El consenso según Leguina
El consenso con el Gobierno en política exterior es una norma sólo rota por los partidos de la oposición en circunstancias gravísimas. En las relaciones con el Gobierno de Cuba, España ha tenido graves problemas en la época del embajador Lojendio, en los años inmediatos a la revolución; en la nueva época democrática, el embajador de España nombrado por el Gobierno socialista, señor San Gil, dimitió, aparte de numerosos incidentes, como la invasión de la Embajada de España, los insultos de Castro al ministro Fernández Ordóñez o al presidente del Congreso de los Diputados señor Pons, y con el nu...
El consenso con el Gobierno en política exterior es una norma sólo rota por los partidos de la oposición en circunstancias gravísimas. En las relaciones con el Gobierno de Cuba, España ha tenido graves problemas en la época del embajador Lojendio, en los años inmediatos a la revolución; en la nueva época democrática, el embajador de España nombrado por el Gobierno socialista, señor San Gil, dimitió, aparte de numerosos incidentes, como la invasión de la Embajada de España, los insultos de Castro al ministro Fernández Ordóñez o al presidente del Congreso de los Diputados señor Pons, y con el nuevo Gobierno popular asistimos a la retirada del plácet del embajador Coderch. La pregunta que hago al señor Leguina es si cree que las dificultades en las relaciones bilaterales son producto de una "ideologización" popular de las relaciones exteriores o más bien el problema de Cuba y sus relaciones con otros países, desde 1959, es el hecho de ser una dictadura. Porque ése es el dato clave que se olvida por quienes de una forma tan irresponsable han roto el consenso con el Gobierno de España en política exterior y se ponen del lado de un Gobierno dictatorial en lugar de defender el Gobierno democrático de su propio país. Aunque no es el caso, Leguina debería recordar aquello de que "con mi patria y mi familia siempre, aunque estén equivocados".- Diputado del PP por Barcelona.