Netanyahu anuncia la retirada del sur de Líbano si se le garantiza la seguridad del norte de Israel

Israel está dispuesto a retirarse del sur de Líbano. El gabinete para Asuntos de Seguridad de Benjamín Netanyahu se comprometió ayer oficialmente a acatar las disposiciones dictadas por la ONU en este sentido y a replegar al Ejército de la zona ocupada, tan pronto como el Gobierno de Beirut asuma sus responsabilidades en el sur de su propio país, impida los ataques de la guerrilla integrista del Hezbolá y garantice la seguridad de la milicia pro israelí, Ejército del Sur de Líbano (ESL), y de todos sus familiares. La resolución deberá ser ratificada por el Gobierno israelí el próximo domingo....

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Israel está dispuesto a retirarse del sur de Líbano. El gabinete para Asuntos de Seguridad de Benjamín Netanyahu se comprometió ayer oficialmente a acatar las disposiciones dictadas por la ONU en este sentido y a replegar al Ejército de la zona ocupada, tan pronto como el Gobierno de Beirut asuma sus responsabilidades en el sur de su propio país, impida los ataques de la guerrilla integrista del Hezbolá y garantice la seguridad de la milicia pro israelí, Ejército del Sur de Líbano (ESL), y de todos sus familiares. La resolución deberá ser ratificada por el Gobierno israelí el próximo domingo.

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"Israel acepta por primera vez de forma oficial, detallada y clara esta resolución [la 425] que tenemos la firme intención de cumplir a condición de obtener los compromisos de seguridad necesarios para nosotros y nuestros asociados en el sur de Líbano", aseguró ayer el primer ministro, Benjamín Netanyahu, ante la prensa local e internacional a la salida de una reunión de su gabinete restringido, en la que se analizó la evacuación de la denominada zona de seguridad que ocupa 850 kilómetros cuadrados del sur del país vecino.Las palabras de Netanyahu suponen el primer gesto positivo del Gobierno de Israel para acatar la resolución 425 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, dictada hace 20 años, y en la que se le ordenó una retirada "inmediata" e "incondicional" del territorio ocupado, y cuya obligatoridad y cumplimiento le fue recordada hace una semana por Kofi Annan, el secretario general de Naciones Unidas, en el transcurso de una visita de dos días al país.

La decisión de Netanyahu de poner en marcha el proceso político, que un día deberá desembocar en el repliegue del Ejército israelí del sur de Líbano, es también el fruto de las presiones internas que sobre el Gobierno israelí están efectuando las madres y familiares de los soldados muertos en la zona, quienes se encuentran organizados en un movimiento de agitación y movilización permanente y reclaman la salida de la región, en la que en los últimos años han muerto 39 militares israelíes.

"Somos muy serios en nuestra voluntad de retirarnos. Pedimos iniciar negociaciones con Líbano por lo que puede que esto [la retirada efectiva] tome algo de tiempo", añadió el primer ministro israelí dejando absolutamente claro que el repliegue de las tropas, es decir el cumplimiento estricto y puntual de la resolución 425 de la ONU, no se efectuará inmediatamente y que dependerá de los compromisos sobre la seguridad que se alcancen con el Gobierno de Beirut.

[Este paso dado por Netanyahu, a decir de los observadores, le ayudará a desviar la atención de la crisis que afecta al proceso de paz con los palestinos, pero no le eximirá a medio plazo de tener que llegar a un acuerdo con Yasir Arafat, informa Efe.]

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El presidente del Gobierno israelí, minutos después de adoptado el principio de acuerdo, telefoneó al secretario general de la ONU, Kofi Annan, a quien pidió su apoyo y colaboración, ya que este organismo mantiene en la zona más de 300 soldados de la Fuerza de Interposición de Naciones Unidas para Líbano (FINUL), a la que siguió una orden a su Ministerio de Asuntos Exteriores para que inicie una campaña de explicación en todas las embajadas y un llamamiento al Gobierno de Beirut Para que abra negociaciones.

La primera respuesta en llegar ha sido la del presidente libanés, Elías Haraui, quien desde Abu Dabi, capital de Emiratos Árabes Unidos, rechazaba cualquier posibilidad de negociación con Israel, y reclamaba que previamente hubiera una retirada "incondicional" e "inmediata" de la zona, tal y como se ordena en las resoluciones de la ONU. [Por su parte, el primer ministro libanés, Rafik Hariri, tachó de "nuevo obstáculo" las condiciones de Israel "para poner en práctica la resolución 425", informa Reuters]. La respuesta de Siria, transmitida a través de la agencia de prensa estatal, fue también crítica al asegurar que la decisión de Netanyahu "es un intento de vaciar de contenido la resolución 425".

El Vietnam de Israel

El Ejército israelí ocupó el sur de Líbano en 1978, aduciendo razones de seguridad y en un intento de crear una zona tampón con el norte del país que le protegiera de los ataques de la guerrilla palestina. Cinco años más tarde, en 1982, a pesar de las resoluciones de la ONU, Israel amplió esta zona de ocupación a un total de 850 kilómetros cuadrados en los que viven unos 200.000 habitantes, financiando y potenciando al mismo tiempo una milicia local, la ESL, compuesta por 2.500 hombres.Israel se ha visto incapaz de controlar la zona, donde la guerrilla integrista de Hezbolá ha conseguido en los últimos meses mejorar las condiciones y los resultados de su lucha, adoptando para ello sistemas y estrategias muy sofisticados, que le permiten por ejemplo anular los desactivadores de bombas o infiltrarse en el Ejército enemigo, ofreciendo información que, como pasó en diciembre, era un vídeobomba.

El último incidente en la zona se produjo el pasado 31 de marzo, cuando seis supuestos civiles libaneses, de la comunidad shií, encontraron la muerte al estallar bajo el vehículo en que viajaban un artefacto de gran potencia. Al parecer, el artefacto explosivo estaba destinado a los vehículos de la milicia del Ejército del Sur de Líbano, que patrullan por la zona y que dan protección al cuartel del general Antoine Lahad, el jefe de esa milicia pro-israelí.

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