La ONCE premíará con 30 millones el mejor hallazgo sobre la ceguera

Se buscan avances científicos, técnicos o médicos

José Luis Fernández es ciego de nacimiento, pero recuerda, gracias a los restos visuales que captaron sus ojos hasta los diez años, los numeritos verdes de las calculadoras antiguas. Hoy tiene 32 años y es director del Departamento Técnico de la Unidad Tiflotécnica de la ONCE, centro donde se impulsa la investigación de nuevas tecnologías aplicadas a los invidentes, y que a partir de este año convoca a un premio dotado con 30 millones de pesetas.

La idea, según explicó ayer el director general de la ONCE, Enrique Servando Sánchez, es fomentar la investigación en las áreas de medicina, t...

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José Luis Fernández es ciego de nacimiento, pero recuerda, gracias a los restos visuales que captaron sus ojos hasta los diez años, los numeritos verdes de las calculadoras antiguas. Hoy tiene 32 años y es director del Departamento Técnico de la Unidad Tiflotécnica de la ONCE, centro donde se impulsa la investigación de nuevas tecnologías aplicadas a los invidentes, y que a partir de este año convoca a un premio dotado con 30 millones de pesetas.

La idea, según explicó ayer el director general de la ONCE, Enrique Servando Sánchez, es fomentar la investigación en las áreas de medicina, técnica y tifiotecnología (del griego tyflos, "ciego ", las técnicas que se aplican a la ceguera). "La ONCE tiene entre sus principales objetivos ofrecer herramientas a sus afiliados que les permitan ser más competitivos en un mercado de trabajo en el que entre el 70% y el 80% de las actividades precisan de la visión", agregó Sánchez.El Premio Internacional de Investigación científica y tecnológica se convocará cada dos años y, aparte de los 30 millones de pesetas para el primer premio, prevé la entrega de dos accésit de 10 millones cada uno y una mención honorífica a los medios de comunicación que ayuden a la integración de los ciegos. Aunque las bases del concurso no están definidas todavía, Sánchez adelantó que la ONCE se reservará los derechos de propiedad intelectual de los proyectos premiados, para "preservar los intereses del premio, de aplicación al uso de los ciegos".

Pero la satisfacción de José Luis Fernández no se limita a la creación de un premio que echará una mano en la labor que acomete la Unidad Tiflotécnica de la ONCE: frente a un ordenador y visiblemente apasionado por los beneficios de la informática, explicó las novedades técnicas de las que se podrán servir los 53.000 ciegos españoles.

Las hay para todos los gustos: aplicaciones que permiten consultar el diccionario de la Real Academia Española o el Larousse inglés-español, a través de un dispositivo Braille o de una voz que sale del ordenador para responder a las consultas del usuario; un callejero para ubicarse en Madrid; o un bolígrafo-lupa portátil, que permite leer y escribir cualquier texto ampliado en una pantalla de televisión. El utensilio, de tecnología nacional, e encuentra en proceso de producción, mientras que los diccionarios y el callejero podrán adquirirse desde principios de abril en todas las tiendas de las sedes e la ONCE.

Además de otros inventos como relojes y termómetros sonoros y juegos para niños, la Unidad Tiflotécnica de la ONCE tiene en marcha el proyecto de in programa informático llamado Pein. Éste permitirá acceder a los periódicos tanto por el sistema Braille como por el adaptador de voz. Por si existiera alguna duda sobre la capacidad para manejar el teclado de los ordenadores (indispensable en cada una de estas aplicaciones informáticas), Fernández bromea: "Al vidente le cuesta más aprender a escribir sin mirar las teclas, mientras que los ciegos lo hacen más fácilmente porque no lo necesitan".

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