Autovía del Cantábrico

Se encuentra en periodo de información y alegaciones el proyecto de la autovía del Cantábrico a su paso por el occidente de Asturias hacia la comunidad autónoma gallega. El trazado propuesto por Fomento, contra la opinión de, por ejemplo, numerosos ingenieros de caminos expresada este verano en una reunión celebrada en Oviedo, divide en dos a la rasa costera asturiana y acaba (de momento) en el puente de los Santos, sobre la ría del Eo. Organizaciones campesinas, vecinales y ecologistas, alcaldes, sindicatos, comerciantes y particulares se oponen (todavía con algunas esperanzas de éxito) a dic...

Se encuentra en periodo de información y alegaciones el proyecto de la autovía del Cantábrico a su paso por el occidente de Asturias hacia la comunidad autónoma gallega. El trazado propuesto por Fomento, contra la opinión de, por ejemplo, numerosos ingenieros de caminos expresada este verano en una reunión celebrada en Oviedo, divide en dos a la rasa costera asturiana y acaba (de momento) en el puente de los Santos, sobre la ría del Eo. Organizaciones campesinas, vecinales y ecologistas, alcaldes, sindicatos, comerciantes y particulares se oponen (todavía con algunas esperanzas de éxito) a dicho trazado, por varias razones. La pri-Pasa a la página siguiente

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mera es que la autovía, así, acabaría con más de cuatro millones de metros cuadrados de la mejor tierra agrícola y ganadera de Asturias. La segunda es que el trazado propuesto es el que más afecta a viviendas y explotaciones, poniendo en peligro no sólo un modo de economía, sino también un modo de vida, en el occidente de Asturias y en la Mariña lucense. La tercera razón es que la ría del Eo, empequeñecida y envilecida por la llamada escollera del Eo, amenazada por los cuatro costados por la incuria y las mil formas de la contaminación, no podría soportar el desdoblamiento del puente de los Santos. Por último, son muchos ya los comerciantes conscientes de que una autovía que pasa por el medio de algún casco urbano (como Ribadeo, en este caso) es una aberración anacrónica que acaba con el comercio tradicional en beneficio, de las grandes superficies.

Los que nos oponemos a este trazado destructivo no nos oponemos a una autovía que acabe con el aislamiento del noroeste de la Península, pero proponemos que se busque el trazado más respetuoso y el que cause menores perjuicios sociales, económicos y medio ambientales. Frente a tanta destrucción existe una alternativa, sostenida desde la debilidad y la marginación por todos los ayuntamientos afectados, que llevaría la autovía por el interior de Asturias y Galicia, como una verdadera columna vetebral de comunicación y progreso.-