Kofi Annan reclamó a Irak el acatamiento al pie de la letra de las resoluciones de la ONU

Sobre la mesa se encontraba el borrador de un acuerdo que se hallaba en un punto muerto. Era el fruto de una larga discusión entre Tarek Aziz y Kofi Annan que se había iniciado el sábado por la mañana y prolongado hasta primera hora de la madrugada del domingo. El texto estaba, según fuentes diplomáticas, encallado peligrosamente en un punto crítico en el que se debía establecer con claridad el periodo de tiempo en que los palacios presidenciales iban a estar abiertos a los inspectores de la ONU y al equipo de diplomáticos escogidos por los cinco miembros del Consejo de Seguridad para constata...

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Sobre la mesa se encontraba el borrador de un acuerdo que se hallaba en un punto muerto. Era el fruto de una larga discusión entre Tarek Aziz y Kofi Annan que se había iniciado el sábado por la mañana y prolongado hasta primera hora de la madrugada del domingo. El texto estaba, según fuentes diplomáticas, encallado peligrosamente en un punto crítico en el que se debía establecer con claridad el periodo de tiempo en que los palacios presidenciales iban a estar abiertos a los inspectores de la ONU y al equipo de diplomáticos escogidos por los cinco miembros del Consejo de Seguridad para constatar si en el interior de las edificaciones se almacenan armas de destrucción masiva. Irak, a través del viceprimer ministro, Tarek Aziz, había dejado claro a su interlocutor que el periodo de inspecciones no podía exceder de los 60 días, alegando razones de soberanía y orgullo nacional. Kofi Annan reclamaba por su parte el acatamiento al pie de la letra de las resoluciones de las Naciones Unidas que imponen inspecciones libres y sin restricciones. La discusión empezó a quedar zanjada cuando Kofi Annan y Sadam Husein pudieron hablar sin intermediarios, dejando así el documento a las puertas de un total acuerdo. La reunión se alargó una hora más, pero esta vez en presencia de los asesores. En ese momento sólo faltaba pasar el texto a limpio y acabar de discutir los pequeños flecos.

Media sonrisa

El secretario general de la ONU exhibió una media sonrisa a su entrada en el palacio para encontrarse con Sadam, y no quiso hablar con los periodistas. Su portavoz, Eckard, no quiso identificar públicamente la cuestión principal que los funcionarios de la ONU señalaron que aún no había sido resuelta en la reunión de Sadam y Annan. Algunas fuentes próximas a la misión señalaron que el punto de bloqueo estribaba en la insistencia iraquí de, que haya un límite temporal al acceso de los inspectores de la ONU en los palacios presidenciales. "El secretario general está autorizado a alcanzar un acuerdo con cualquiera de los Estados miembros", declaró el portavoz de Kofi Annan. "Ha intentado cuidadosamente forjar el apoyo del Consejo de Seguridad a los parámetros en los que siente que debe estar en sus conversaciones con las autoridades iraquíes estos dos días. El espera que lo que surja de estas conversaciones pueda ser vendido al Consejo de Seguridad", señaló. El portavoz del secretario general de la ONU afirmó ayer que Kofi Annan comparecerá hoy por la mañana ante la prensa con Tarek Aziz en Bagdad, aunque no se espera que en esta intervención se desvelen las interioridades de un pacto que se expondrá con toda minuciosidad en una reunión del Consejo de Seguridad que se celebrará mañana. El fantasma de una intervención norteamericana contra Irak

"El acuerdo satisface las dos cuestiones fundamentales: el respeto a las resoluciones de la ONU y la preservación de las actividades de los inspectores", declaró anoche el portavoz de la ONU, Fred Eckhard. Será mañana cuando Annan desvele el contenido del acuerdo al Consejo de Seguridad. Tras su reunión con Sadam, Annan mantuvo contactos con los cinco miembros permanentes del Consejo, con alguno de ellos más de una vez. El secretario general de la ONU comparecerá hoy en Bagdad ante la prensa junto al viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz. Fue una tarde cargada de tensión, silencios y rumores la que ayer se vivió en Bagdad. Primero lo anunciaron fuentes diplomáticas occidentales. Después, fuentes iraquíes. Por la noche lo confirmó la ONU: los principales escollos entre Sadam y Naciones Unidas habían sido salvados. El líder iraquí abrirá los palacios presidenciales a los inspectores, acompañados de diplomáticos, y no tendrán límite de tiempo para su trabajo. A última hora de ayer, Kofi. Annan seguía reunido con Tarek Aziz para ultimar detalles. En Estados Unidos, el anuncio del acuerdo fue recibido con recelo. Los titulares de Asuntos Exteriores y Defensa, Madeleine Albright y William Cohen, señalaron que no admitirán restricción alguna a la labor de los inspectores de la ONU. No obstante, Washington sólo difundirá su postura oficial una vez que Annan informe a su regreso de Bagdad.

parecía ayer por la tarde alejado. El ambiente entre los negociadores era muy diferente del de la noche anterior, cuando se vivía sumido en una grave tensión y se hablaba insistentemente de un inminente fracaso. El clima de euforia era ayer por la tarde tal que incluso el propio Lajdar Brahimi, un hombre hermético y cauto, se permitió la indiscreción de recibir en un apartado del jardín de la residencia, cerca del hotel Ba bilonia, a un periodista de su confianza al que le transmitió una lacónica frase: "Esto es muy positivo". El capítulo de esta vieja crisis podría darse por zanjado en los próximos días. Pero el enfrentamiento entré Estados Unidos e Irak se prolongará por tiempo indeterminado. En el calendario se anuncia ya una nueva escalada de tensión, que con toda seguridad se iniciará el próximo mes de abril, fecha en que acaba el plazo que el Parlamento iraquí dio a la Unscom para que pusiera término a sus inspecciones y se levantara el embargo. El plazo fatídico fue reiterado por el propio Sadam Husein en un discurso pronunciado el pasado mes de diciembre. Será un nuevo reto.

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