CiU y PNV exigen vetar en el Senado las leyes que afecten a sus autonomías

Los grupos territoriales de las nacionalidades -Cataluña, País Vasco y Galicia- en el Senado podrán presentar recursos de inconstitucionalidad contra las leyes que vulneren sus derechos autonómicos y usar el veto suspensivo mientras se tramita el recurso. Con esta fórmula singular pretende CiU dar sentido al Senado como Cámara territorial y recuperar el concepto de "nacionalidad", atribuible a esas tres comunidades, que recoge la Constitución, y que se ha diluido en el café para todos del desarrollo autonómico. Así lo expresa Joan Rigol, dirigente de CiU y vicepresidente del Senado, que ha ent...

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Los grupos territoriales de las nacionalidades -Cataluña, País Vasco y Galicia- en el Senado podrán presentar recursos de inconstitucionalidad contra las leyes que vulneren sus derechos autonómicos y usar el veto suspensivo mientras se tramita el recurso. Con esta fórmula singular pretende CiU dar sentido al Senado como Cámara territorial y recuperar el concepto de "nacionalidad", atribuible a esas tres comunidades, que recoge la Constitución, y que se ha diluido en el café para todos del desarrollo autonómico. Así lo expresa Joan Rigol, dirigente de CiU y vicepresidente del Senado, que ha entregado esta fórmula a los líderes de los grupos del Senado y al ministro de Administraciones Públicas.

CiU cuenta por ahora con el respaldo de los nacionalistas vascos (PNV), y el PSOE, que en principio no se opone, ha prometido estudiar la propuesta, lo mismo que el Gobierno. Rigol cree que "ha llegado la hora de la verdad" en la reforma constitucional que hará del Senado una Cámara territorial, y está convencido de que la próxima sesión de la ponencia a comienzos de marzo será concluyente sobre la voluntad del Gobierno y su partido de hacer la reforma en esta legislatura.La fórmula de Rigol parte de la base de que "el Senado como Cámara territorial debe reconocer que la territorialidad política del Estado no es uniforme y que su reforma debe proteger esa diversidad, esto es, los hechos diferenciales".

A partir de ahí, Rigol establece tres niveles de hechos diferenciales: de las nacionalidades que tienen singularidades de cultura, lengua y clara voluntad política diferencial, como Cataluña, Euskadi y Galicia; de las regiones que disponen de singularidades derivadas de la foralidad, el derecho o la insularidad -donde se integrarían Canarias, Baleares, Navarra y Aragón- y las regiones de régimen común, que serían las demás.

Singularidad

El dirigente nacionalista catalán propone en su fórmula que cada nivel pueda expresar en el futuro Senado territorial su singularidad. A los grupos territoriales del Senado de las tres nacionalidades les concede la posibilidad de recurrir ante el Tribunal Constitucional las leyes que, a su juicio, vulneren los derechos de sus comunidades respectivas.Rigol propone, además, que se pueda aplicar el veto suspensorio de la ley mientras se tramita el recurso. La única condición es que el grupo territorial -que estaría compuesto por los senadores de la misma nacionalidad- tenga una mayoría suficiente. La fórmula también admite los votos particulares para garantizar el voto ideológico.

A los grupos territoriales de las regiones con hechos diferenciales -Navarra, Aragón, Canarias y Baleares- les concede la opción de elevar un informe previo al inicio del proceso legislativo de la norma que consideren que vulnera los derechos de su comunidad. La presentación del informe sólo requiere el apoyo previo del Parlamento autonómico correspondiente.

Rigol fundamenta su propuesta, que acaba de enviar al Gobierno, en que "hay que recuperar el espíritu de la Constitución que diferenciaba a nacionalidades y regiones, diluido en el café para todos del desarrollo autonómico". El dirigente nacionalista entiende por "nacionalidades" a Cataluña, País Vasco y Galicia, a las que atribuye unos rasgos diferenciados de las demás. Argumenta, en primer lugar, que los constituyentes dieron por hecho que cuando se referían a nacionalidades estaban hablando de esas tres en base a la disposición adicional segunda de la Constitución, que otorgaba tal rango a las comunidades cuyos estatutos habían sido refrendados antes de la Carta Magna.

Rigol argumenta, a renglón seguido, que las tres comunidades disponían de instituciones previas al nacimiento del Estado de las autonomías. Así, Cataluña, por ejemplo, "no creó la Generalitat, con el regreso del exilio de Josep Tarradellas en 1977, sino que la restauró". Lo mismo sucedió con el Gobierno vasco, que mantenía la institución en el exilio.

También considera determinante del carácter de nacionalidad de Cataluña, País Vasco y Galicia el peso electoral y la voluntad política de los partidos nacionalistas en esas comunidades. "Los persistentes resultados que durante 20 votaciones han estabilizado la presencia en el mapa electoral español de los partidos nacionalistas catalán y vasco muestran un claro hecho diferencial en Cataluña y Euskadi". Rigol anota que en Galicia ha aflorado recientemente un fenómeno que ya subyacía. El último ejemplo sería la reclamación de Cantabria, en su Estatuto reformado, del rango de "nacionalidad", lo que consiguió Aragón el pasado año. Rigol pretende romper la imagen "mercantil" que tiene Cataluña, al reconocer sus hechos diferenciales. "Cataluña no reclama por querer más sino porque se le reconozca su diferencia política, cultural y lingüística".

Una reforma "necesaria y urgente"

La propuesta de CiU cuenta no sólo con el respaldo del PNV, el PSOE está dispuesto a estudiarla. El portavoz socialista en el Senado, Juan José Laborda, admite que "la oferta de los nacionalistas es ambiciosa, y si sirve para coronar el consenso en la reforma del Senado los socialistas la asumiríamos".Laborda cree que "la reforma del Senado es totalmente necesaria y urgente, porque no puede gobernarse un Estado de las autonomías tan desarrollado y complejo como el español desde el Ministerio de Administraciones Públicas. No se puede desaprovechar el esfuerzo de un nacionalista tan importante como Rigol por reformar el Senado", dijo.

En opinión de Laborda, los nacionalistas siempre han sido reacios a participar en una Cámara territorial multilateral. "Si el Gobierno pierde esta oportunidad cometerá un error político de gran calibre. No sabemos cuándo habrá otra y ni siquiera si la habrá", señaló.

El PSOE también cree que la reforma del Senado pasa por un momento decisivo en las próximas semanas. "Si el Gobierno no hace un último esfuerzo de consenso entraríamos en la dinámica electoral y ya no habrá reforma hasta la legislatura que viene. Y entonces ni siquiera hay garantías de que se lleve a cabo", dijo Laborda.

El Gobierno se ha limitado a señalar a CiU que estudiará su oferta sobre los hechos diferenciales, pero se mantiene receloso. Según el PSOE, la mayoría absoluta del PP en esta Cámara no le anima a iniciativas que puedan quebrar su comodidad.

La ponencia de la reforma constitucional del Senado que se constituyó hace dos años ya ha consensuado las funciones de la Cámara alta reformada en Cámara Territorial y su labor está muy avanzada. En cuanto a la forma de elegir a los senadores, los nacionalistas están dispuestos a transigir en la fórmula continuista que ha propuesto el PP si este partido transige en el reconocimiento de los hechos diferenciales. PNV y PSOE apoyan esta propuesta.

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