Cárceles de ida y vuelta

La retórica burocrática expresa que el convenio está redactado "en lenguas española, árabe y francesa, siendo igualmente auténticos los tres textos". Los responsables de Instituciones Penitenciarias tienen la esperanza de que, efectivamente, el acuerdo firmado por Mariscal de Gante y su colega Amalou sea de ida y vuelta, acogido con idéntico fervor por los presos españoles en Marruecos y por los marroquíes en España. Aún no existen datos para saber si será así.

Si 162 reclusos -el número de españoles condenados en Marruecos- suponen el 0,32%, entre los 50.000 presos marroquíes, haci...

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La retórica burocrática expresa que el convenio está redactado "en lenguas española, árabe y francesa, siendo igualmente auténticos los tres textos". Los responsables de Instituciones Penitenciarias tienen la esperanza de que, efectivamente, el acuerdo firmado por Mariscal de Gante y su colega Amalou sea de ida y vuelta, acogido con idéntico fervor por los presos españoles en Marruecos y por los marroquíes en España. Aún no existen datos para saber si será así.

Si 162 reclusos -el número de españoles condenados en Marruecos- suponen el 0,32%, entre los 50.000 presos marroquíes, hacinados en cárceles que sólo tienen capacidad para 15.000; en España la situación es muy diferente. Las prisiones españolas guardan a 43.000 reclusos, de los que 1.800 son marroquíes (4,18%).

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Pero, muy por encima de las estadísticas, se sitúan las condiciones de vida. Muchos de los marroquíes presos en España lo están porque el paraíso les falló, no existía. Las mafias que los trajeron -a cambio de considerables sumas de dinero- los condenaron a la intemperie absoluta: sin documentación ni trabajo ni siquiera un dirham; abocados a la delincuencia. A ellos, el convenio sólo les ofrece volver presos al lugar de donde escaparon libres.

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