Lenguas españolas
De entrada diré que soy navarro, vasco y español, y cada vez más me cuento como europeo (no siempre con orgullo, ésa es otra).Creo que los que somos o nos sentimos españoles no lo estamos haciendo muy bien en lo que toca a las autonomías con "lengua propia" y los conflictos que se plantean con estas lenguas; creo que podemos hacer algo más al respecto. Una lengua como la vasca -no es sólo un ejemplo- creo yo que se trata de un valor cultural (un tesoro), pero no de una propiedad de la comunidad que la habla. ¿Puede un natural de Segovia sentirse dueño del acueducto? Yo creo que, como valor cul...
De entrada diré que soy navarro, vasco y español, y cada vez más me cuento como europeo (no siempre con orgullo, ésa es otra).Creo que los que somos o nos sentimos españoles no lo estamos haciendo muy bien en lo que toca a las autonomías con "lengua propia" y los conflictos que se plantean con estas lenguas; creo que podemos hacer algo más al respecto. Una lengua como la vasca -no es sólo un ejemplo- creo yo que se trata de un valor cultural (un tesoro), pero no de una propiedad de la comunidad que la habla. ¿Puede un natural de Segovia sentirse dueño del acueducto? Yo creo que, como valor cultural, el vasco es un "tesoro" propiedad de la humanidad, pero corresponde a España velar por su conservación.
Si estamos de acuerdo en el valor cultural de una lengua que es española, y si un nacionalismo español excluyente no nos cegara a veces, creo que todos los españoles deberíamos conocer en alguna medida esta lengua, igual que la obra de Cervantes o el acueducto de Segovia.
Nuestro sistema educativo general podría incluir sin gran dificultad programas para que todos los estudiantes españoles conozcan un mínimo de cada una de las lenguas nacionales. De esta forma, no se sentirán extraños en lugares del país donde las señales, las normas, los funcionarios, la televisión se expresan en vasco (o en catalán o en gallego, etcétera).
Saber las formas elementales de saludo y despedida, pedir por favor, dar las gracias, las señales elementales de salida, atención, peligro, alto, policía, urgencias, etcétera, y algo más sería fácil; con ello ganaríamos todos y aumentarían el mutuo conocimiento entre españoles y la concordia. Puestos a soñar, también deberían enseñarse unas docenas de palabras en caló (para empezar, las que se han incorporado al lenguaje de la calle: currar, picoleto, payo, trullo, camelar y tantas otras), idioma de una minoría tan numerosa, tan española e igualmente tan importante.-