Cartas al director

Ciertas instituciones

Muchas veces nos preguntamos para qué sirven ciertas instituciones; esta pregunta se nos hace obsesiva cuando se viven situaciones de indefensión ante el abandono más absoluto.La sociedad Colegios Altagracia, SL, de Madrid, comunicó el día que comenzaban las vacaciones de Navidad el cierre, ese día, de su centro de la calle de Serrano, 163, dejando en la calle a 50 niños.

Los padres pidieron auxilio a la Inspección de Educación y a cuantas instituciones consideraron con responsabilidad, obteniendo como respuesta: "No contestan", "no conocemos" o "no podemos hacer nada".

Ante esta...

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Muchas veces nos preguntamos para qué sirven ciertas instituciones; esta pregunta se nos hace obsesiva cuando se viven situaciones de indefensión ante el abandono más absoluto.La sociedad Colegios Altagracia, SL, de Madrid, comunicó el día que comenzaban las vacaciones de Navidad el cierre, ese día, de su centro de la calle de Serrano, 163, dejando en la calle a 50 niños.

Los padres pidieron auxilio a la Inspección de Educación y a cuantas instituciones consideraron con responsabilidad, obteniendo como respuesta: "No contestan", "no conocemos" o "no podemos hacer nada".

Ante esta situación, cabe preguntarse para qué sirven el Ministerio de Educación y Cultura (un ministro, dos secretarías de Estado, cuatro secretarías, 10 directores generales, infinitas subdirecciones); la Consejería de Educación y Cultura-Comunidad Autónoma de Madrid (un consejero, un viceconsejero, un secretario general, siete directores generales); etcétera, máxime cuando ni siquiera son capaces de informar sobre los colegios, con sus características, existentes en Madrid-

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