Crítica:CABARÉ

El gallego de oro

Cabaré-rock es la etiqueta con la que gusta de denominar este gallego a su otra actividad interpretativa. Porque Nancho Novo, amén de ser una de las figuras indiscutibles del actual cine español, también hubiera querido dedicar sus energías creativas a ser cantante de los Rolling Stones, por poner un ejemplo. Sin llegar a picar tan alto, lo cierto es que Nancho lleva ya cuatro años ofreciendo por los escenarios madrileños un divertido espectáculo en el que se dan cita las principales obsesiones del artista: sexo, droga y rock and roll a partes iguales.Rodeado por un...

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Cabaré-rock es la etiqueta con la que gusta de denominar este gallego a su otra actividad interpretativa. Porque Nancho Novo, amén de ser una de las figuras indiscutibles del actual cine español, también hubiera querido dedicar sus energías creativas a ser cantante de los Rolling Stones, por poner un ejemplo. Sin llegar a picar tan alto, lo cierto es que Nancho lleva ya cuatro años ofreciendo por los escenarios madrileños un divertido espectáculo en el que se dan cita las principales obsesiones del artista: sexo, droga y rock and roll a partes iguales.Rodeado por una numerosa y efectiva banda, en la que destaca la reciente incorporación del teclista del grupo Respect Pablo Castillo, Nancho ataca el rock y el blues callejeros poniendo en ello enormes dosis de energía, fe y un sentido del humor que le llevan a meterse por berenjenales que, así en frío, bien pudieran resultar comprometidos para quien dedica su esfuerzo a una actividad pública.

Nancho Novo

Nancho Novo (voz, armónica y guitarra), Juan Matute (guitarra y voz), Javier Moreno (guitarra), Luis José Rivera (bajo), Pablo Castillo (teclados), Daniel Assante (batería) y Gloria Vega (coros). Sala Suristán. Madrid, viernes 26 de diciembre.

El, sin embargo, sale más que bien librado del empeño. Canciones no le faltan, así como el cariño de un público que le sigue de garito en garito, empeñado en oir una vez más El hombre que se fuma las chicharras, Cousa de meigas o Amanecí en Usera. La puesta en escena alterna la ejecución de estos temas con comentarios en los que la retranca gallega se dispara contra los espectadores, que conocen que fue el deforme y nuevaolero lan Dury el auténtico compositor de esa canción que en su día plagiaran Juan y Junior: Ianduriña. Chascarrillos como éste, más algún que otro chiste de exaltación galaica, conforman el material humorístico. Nancho recupera así el espíritu del cabaré más inconformista y burlón, dándole además una manita de rock. De esto se desprende que la etiqueta citada está más que justificada.

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