Reportaje:

Copas prohibidas

Dos diputados de la oposición piden la ampliación de horarios de los bares tras comprobar cómo se saltan la ley

Los horarios que pretende imponer el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón en bares de copas (cierre obligatorio: dos de la madrugada), discotecas (tres y media) y salas de fiesta (cinco), preocupan a los empresarios cuyo negocio consiste en servir ocio en horas prohibidas.Los hosteleros se han acostumbrado a incumplir la antigua orden gubernativa sobre horarios (aún vigente y similar a la que quiere aprobarse ahora). Mientras tanto, las autoridades han aplicado la vista gorda. "Nunca nos sancionan por incumplir los horarios... salvo en época de elecciones", recuerda un empresario que tiene local...

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Los horarios que pretende imponer el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón en bares de copas (cierre obligatorio: dos de la madrugada), discotecas (tres y media) y salas de fiesta (cinco), preocupan a los empresarios cuyo negocio consiste en servir ocio en horas prohibidas.Los hosteleros se han acostumbrado a incumplir la antigua orden gubernativa sobre horarios (aún vigente y similar a la que quiere aprobarse ahora). Mientras tanto, las autoridades han aplicado la vista gorda. "Nunca nos sancionan por incumplir los horarios... salvo en época de elecciones", recuerda un empresario que tiene local abierto en el distrito Centro.

Dos diputados regionales, Saturnino Zapata (PSOE) y Adolfo Luxán (IU), comprobaron el 23 de diciembre, cuando salieron de copas con este periódico en horario ilegal, como las costumbres saltan por encima de las leyes.

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EL PAÍS también invitó a los diputados del PP a la aventura nocturna, pero rechazaron la marcha.

A las dos de la madrugada, Zapata (48 años) y Luxán (51) se jugaron la vida al cruzar el Paseo del Prado camino de la calle de Huertas. Un semáforo inquieto (tan sólo mantenía la luz roja iluminada durante un segundo) les obligó a correr para llegar vivos a las copas. Minutos después de las dos, entraron en uno de los locales más tranquilos de la calle de Huertas, abierto como el resto pese a la orden gubernativa.

Luxán pide una cerveza; Zapata, un refresco y pan tumaca: "Está buenísimo. Póngame otro".

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- "Si ves aquí a alguien con menos de 30 años te regalo 5.000 pesetas", le espeta Luxán a Zapata.

- "No te pongas así", constesta el socialista.

- "No me pongo de ninguna manera", insiste Luxán. "Lo que quiero reflejar es que el decreto de horarios no afecta sólo a los jóvenes menores de 20 años, sino a todos los madrileños que están entre los veinte y los cincuenta. Si limitan los horarios, también están limitando su libertad de costumbres"

Cerrar Madrid

- "El PP quiere cerrar Madrid", razona Zapata. "Será su responsabilidad. No se puede legislar a espaldas de la sociedad como pretende Jesús Pedroche [consejero de Presidencia]. Hay que defender la libertad del individuo por encima de todo".- "Y regular las condiciones de funcionamiento de estos locales para que esa libertad no vulnere otros derechos, como el de los vecinos que duermen. Para eso no hay que recortar horarios sino aplicar con rigor las ordenanzas sobre ruidos, seguridad e higiene en el trabajo...",apostilla Luxán.

Los dos diputados de izquierdas aceptaron de buen grado consensuar la Ley de Espectáculos con el PP. Y recuerdan que Pedroche les prometió que seguiría buscando el consenso con la oposición para aprobar los nuevos reglamentos, entre ellos el de horarios, para desarrollar la Ley de Espectáculos.

- "Ahora quiere firmar Pedroche el decreto de horarios sin contar con nosotros. Cree que nos chupamos el dedo", se lamenta Zapata antes de levantarse para salir del local.

Le detiene Luxán, que pide "la última" cerveza.

- "En Londres, los pubs cierran a las once de la noche. El camarero te avisa unos minutos antes. He visto como algunos, a las once menos diez, se piden cinco pintas a la vez para eludir la prohibición horaria. Eso sí fomenta el alcoholismo".

Al diputado de IU, el ejemplo inglés le sirve para redondear su discurso: "En la última campaña electoral, Tony Blair planteó un combate contra el fraude en el contenido de las pintas de cerveza. Se puso de parte de la realidad".

A las tres menos cuarto de la madrugada, salen del local. A esa hora, un centenar de noctámbulos escala la empinada calle de Huertas en busca de alguna cueva donde seguir de copas. Los políticos pasean por la zona, despierta todavía. Les ofrecen claveles que no compran. Se hacen la foto, miran el reloj y comprueban cómo se incumple la ley. Y se detienen a escuchar a un hostelero que a esa hora acaba de cerrar su negocio.

"El nuevo decreto de horarios puede ser nuestra sentencia de muerte", comenta el empresario. Luego profundiza en los nuevos hábitos. "Las costumbres han cambiado. Como casi todos los días hay fútbol, la gente se queda en casa y sale mucho más tarde. Aquí no llegan hasta la una de la madrugada".

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