Cascos considera "positiva" la postura de Bruselas ante el Plan del Carbón pese a sus objeciones

El vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, aseguró ayer que la carta enviada al Gobierno español por los servicios de la Comisión Europea es "positiva", si bien, reconoció que formula advertencias y plantea más exigencias ", en algunos aspectos concretos". Los sindicatos UGT y CC OO mantienen que no están dispuestos a renegociar el Plan del Carbón que firmaron el 15 de julio con el Gobierno y que ha recibido Importantes objeciones por parte de la Comisión Europea (véase EL PAÍS de ayer). En opinión de los sindicatos, el plan, que fue pactado con el Ministerio de Industri...

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El vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, aseguró ayer que la carta enviada al Gobierno español por los servicios de la Comisión Europea es "positiva", si bien, reconoció que formula advertencias y plantea más exigencias ", en algunos aspectos concretos". Los sindicatos UGT y CC OO mantienen que no están dispuestos a renegociar el Plan del Carbón que firmaron el 15 de julio con el Gobierno y que ha recibido Importantes objeciones por parte de la Comisión Europea (véase EL PAÍS de ayer). En opinión de los sindicatos, el plan, que fue pactado con el Ministerio de Industria a instancia de Álvarez Cascos, se ajusta a las directrices comunitarias.

La carta enviada por los servicios de la Dirección General de la Energía de la Comisión informa al Gobierno de que están analizando el Plan del Carbón en sus dos fases: la primera, 1994-1997 y las orientaciones de la segunda (1998-2002). Sobre la primera fase, constata que en las empresas que mantienen contratos-programa con el Estado se han excedido las ayudas previstas, no se han cumplido los objetivos de reducción de actividad y 11 no han sido realizados parte de los cierres de instalaciones notificados [ ... ]".Sobre la segunda fase del plan (1998-2002), la Comisión advierte que las reducciones de producción y de empleo previstas en Hunosa y en Minas de Figaredo "no se corresponden con el criterio de reducción progresiva y continua de actividad que prevea la disminución significativa antes, del 23 de julio del año 2002". Asimismo, afirma que "debe procederse al cierre de instalaciones" y a reducir personal. En materia de empleo, los servicios de la comisión informan al Gobierno que "el ingreso de nuevos trabajadores en empresas que reciben ayudas a la reducción de actividad no es compatible con el objetivo que rige la concesión de estas ayudas [ ... ]". El plan pactado con los sindicatos prevé la incorporación de cuatro empleados por cada 11 salidas de la plantilla.

Sobre la actitud de Bruselas, que reclama una reestructuración más contundente del sector, tanto en materia de empleo, como de producción y de limitación de ayudas a la producción, así como que se refleje en los Presupuestos del Estado, Álvarez Cascos, manifestó que la carta del director de la Energía de la Comisión Europea, Pablo Benavides, no supone un veto o un rechazo al plan de reestructuración pactado por Industria con los sindicatos, informa Javier Cuartas. "La carta de la Comisión, en su conjunto, es positiva. Lo que hace la Comisión, fundamentalmente en relación con el incumplimiento de los compromisos del plan 1994-1997 [acuerdo pactado por el Gobierno socialista con los sindicatos mineros para dicho periodo] es formular una serie de advertencias y plantear en algunos aspectos concretos mayores exigencias".

Cascos añadió que "estamos en una situación normal en la relación de los Estados miembros con la Comisión y en estos momentos el Ministerio de Industria está negociando con la Comisión para alcanzar el acuerdo más favorable a los intereses españoles y para conseguir la aprobación del plan minero".

Los sindicatos, en contra

El análisis de Álvarez Cascos sobre las críticas de la Comisión es similar al que realizó Industria. Un portavoz del departamento que dirige Josep Piqué aseguró que lo que realmente critica son los incumplimientos del plan pactado entre sindicatos y Gobierno socialista para el periodo 1994-1997, por lo que a futuro exige más contundencia en las actuaciones, que, en cualquier caso, pueden ser objeto de discusión. El propio Piqué aseguró en Salamanca que la carta de la Comisión supone "una aproximación positiva" al plan español de reestructuración. En su opinión, cualquier otra valoración es "una manipulación" del asunto.Los sindicatos, por su parte, no quieren ni oír hablar del término "renegociación". Los secretarios de Minería de UGT y CC OO Víctor Fernández y Rafael Barea, respectivamente, calificaron de "injerencia" la carta remitida al Gobierno por el director de la Energía de la Comisión, Pablo Benavides.

Ambos coincidieron en que el Plan -que prevé reducciones en las ayudas a un ritmo del 4% anual- cumple con las directrices europeas y debe ser defendido. En caso contrario, advierten que se tomarán Ias medidas adecuadas".

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