En busca de una identidad propia
El Museo Guggenheim de Bilbao dispone de 6.000 millones de pesetas para comprar obras destinadas a crear una colección de arte del siglo XX con "identidad propia". Las adquisiciones han abarcado piezas concretas de autores ya consagrados, fundamentalmente representantes del expresionismo abstracto y esculturas de Eduardo Chillida, junto a propuestas más arriesgadas de artistas vascos de. las generaciones más jóvenes, como Prudencio Irazazábal.El Guggenheim de Bilbao ha incorporado a su colección dos series monográficas. La primera reúne nueve pinturas y dos esculturas del neoexpresionista alem...
El Museo Guggenheim de Bilbao dispone de 6.000 millones de pesetas para comprar obras destinadas a crear una colección de arte del siglo XX con "identidad propia". Las adquisiciones han abarcado piezas concretas de autores ya consagrados, fundamentalmente representantes del expresionismo abstracto y esculturas de Eduardo Chillida, junto a propuestas más arriesgadas de artistas vascos de. las generaciones más jóvenes, como Prudencio Irazazábal.El Guggenheim de Bilbao ha incorporado a su colección dos series monográficas. La primera reúne nueve pinturas y dos esculturas del neoexpresionista alemán Anselm Kier, que le convierten en el artista mejor representado en el museo. Otra de las salas dedicada en exclusiva a un artista está protagonizada por el italiano Francesco Clemente. En este caso, las 17 pinturas que componen el ciclo La stanza della madre, un reflejo del interés de su autor por la astrología y la historia sagrada, han sido realizadas por encargo.
Clemente no ha sido el único artista que ha respondido a las peticiones del Guggenheim de Bilbao. La escena artística más contemporánea está representada por la artista americana Jenny HoIzer, a través de un montaje de nueve flilamentos de 14 metros de altura que forman un bosque virtual de letreros luminosos. El escultor Richard Serra ha sumado a la colección una escultura monumental. Snake (serpiente) está formada por tres curvas de hierro, que se levantan en la sala de mayores dimensiones del museo, pensada para adaptarse a las formas orgánicas del edificio de Gehry.
El Museo Guggenheim de Bilbao prevé contar con tres exposiciones temporales por año. La colección permanente que ha resultado de la suma de obras procedentes de Nueva York y las compras específicas para la pinacoteca vasca sufrirá cambios en función del contenido de las muestras temporales. El director general del museo, Juan Ignacio Vidarte, remarcó ayer que la permanencia en Bilbao del núcleo de la colección "es indefinida".
El programa de exposiciones temporales, readaptado al retraso sufrido en la fecha de inauguración prevista inicialmente, se abrirá a principios de 1998 con las esculturas de la colección Nasher. En junio esta previsto inaugurar una exposición dedicada a la cultura china. El Guggenheim de Bilbao anuncia para los últimos meses de 1998 la exhibición de la gran retrospectiva de Robert Rauschenberg, que desde el pasado mes de septiembre muestra más de 400 obras en las instalaciones del Museo Guggenheim en Nueva York.