Obiang anuncia que el francés será el idioma de Guinea

Apenas tres días después de que el Gobierno guineano anunciara la "congelación" de sus relaciones con España, el presidente Teodoro Obiang comunicó a los embajadores guineanos acreditados en el exterior que el francés se convertirá a "corto plazo" en el idioma oficial del país. La noticia, que se produjo el pasado sábado, fue dada a conocer ayer por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Oyono, en conversación telefónica con la agencia Efe en Madrid.Según el ministro guineano, Obiag afirmó que en los próximos días someterá la medida a la aprobación del Parlamento, en la que el dictad...

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Apenas tres días después de que el Gobierno guineano anunciara la "congelación" de sus relaciones con España, el presidente Teodoro Obiang comunicó a los embajadores guineanos acreditados en el exterior que el francés se convertirá a "corto plazo" en el idioma oficial del país. La noticia, que se produjo el pasado sábado, fue dada a conocer ayer por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Oyono, en conversación telefónica con la agencia Efe en Madrid.Según el ministro guineano, Obiag afirmó que en los próximos días someterá la medida a la aprobación del Parlamento, en la que el dictador cuenta con amplia mayoría: 68 diputados del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial sobre un total de 80.Hasta ahora, el único idioma oficial era el español, aunque en el país se hablan varias lenguas nativas, como el fang.

Oyono explicó la medida "en el contexto de las relaciones internacionales de Guinea Ecuatorial". El régimen de Malabo daba hasta ahora al francés el rango de "idioma de trabajo" desde su integración, en 1985, en la Unión Aduanera y Económica de los Estados de África Central (UDEAC) y en el Banco de los Estados de África Central (BEAC), dos instituciones respaldadas por el Gobierno de Francia.

El mismo Oyono anunció el pasado jueves, también en llamada telefónica a la agencia Efe,la decisión del Gobierno guineano de "congelar el nivel de relaciones" con España, y así se lo había comunicado al embajador de España en Malabo, José María Otero de León. El Gobierno guineano reaccionaba de esta forma a una declaración del ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, que el día anterior reiteraba en el Congreso de los Diputados la decisión del Gobierno de mantener el estatuto de refugiado político a Severo Moto, miembro de la oposición guineana detenido en Angola la pasada primavera cuando compraba un alijo de armas para preparar un golpe de Estado.

Moto, de ideología democristiana, había sido apoyado públicamente por el Partido Popular y había participado en algunos de sus mítines para recaudar fondos para la oposición guineana.

'En su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Matutes abogó, además, por una política "realista" en Guinea, orientada a conseguir una transición democrática en la antigua colonia española.

El ministro de Asuntos Exteriores guineano dijo a Efe que que "tanto las declaraciones de Matutes como las insolencias y despropósitos de los representantes de los grupos políticos españoles en el Congreso son claras pruebas de que no existe una voluntad real, sincera, ni mucho menos la neutralidad y la imparcialidad para que se mantengan unas relaciones diplomáticas y de cooperación estables y transparentes".

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Encuentros con Aznar

En su primer año de gobierno, José María Aznar se ha entrevistado en dos ocasiones, en Roma y Nueva York, con Teodoro Obiang, en un intento de reactivar las relaciones entre los dos países. En la última entrevista, celebrada en Nueva York en el marco de una reunión de las Naciones Unidas sobre medio ambiente, Aznar habría prometido retirar el estatuto de refugiado político a Moto, si se probaba su implicación en el golpe de Estado. El Ministerio de Asuntos Exteriores corrigió esa declaración y aseguró que iniciaría una investigación pero que era improbable que se retirase el asilo al dirigente opositor democristiano.

Guinea, con un territorio dividido entre el archipiélago y el continente y una población que no alcanza los 400.000 habitantes, es uno de los países más pobres de África. Sin embargo, recientemente han entrado en explotación las plataformas petrolíferas situadas frente a las costa, en manos de las compañías norteamericanas Mobil y Nomeco.

Integrada en una zona de África mayoritariamente francófona, forma parte, además, del área del franco CFA, que sostiene Francia. Por otra parte, las petroleras francesas Total y Elf han iniciado contactos con el Gobierno guineano para tratar de obtener concesiones de explotación en los campos petrolíferos.

España está totalmente ausente de estas explotaciones tras haber tenido durante años el monopolio de la exploración. Las relaciones de España con Guinea se limitan a la cooperación humanitaria en la que destacan la participación de órdenes religiosas, en cuyas manos está gran parte de la red de enseñanza.

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