El rechazo a la mili bate todos los records con casi 500 nuevos objetores cada día

El crecimiento de la objeción de conciencia ha experimentado un salto espectacular desde mediados de este año y amenaza con arruinar los planes del Gobierno para mantener la mili obligatoria hasta la profesionalización total del Ejército, en el 2003. Mayo pasado fue, con 12.385 solicitudes, el mes más objetores desde que se aprobó la ley vigente en 1984. Sin embargo, el récord de mayo quedó pulverizado en junio (12.999 solicitudes), y éste, a su vez, en julio (14.466 solicitudes). Durante dicho mes, casi 500 jóvenes (533 si se descuentan los domingos) objetaron cada día al servicio militar....

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El crecimiento de la objeción de conciencia ha experimentado un salto espectacular desde mediados de este año y amenaza con arruinar los planes del Gobierno para mantener la mili obligatoria hasta la profesionalización total del Ejército, en el 2003. Mayo pasado fue, con 12.385 solicitudes, el mes más objetores desde que se aprobó la ley vigente en 1984. Sin embargo, el récord de mayo quedó pulverizado en junio (12.999 solicitudes), y éste, a su vez, en julio (14.466 solicitudes). Durante dicho mes, casi 500 jóvenes (533 si se descuentan los domingos) objetaron cada día al servicio militar.

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Entre enero y agosto de este año el Consejo Nacional de Objeción de Conciencia ha recibido 79.293 solicitudes, un 23,4% más que en el mismo periodo de 1996. Sin embargo, este porcentaje no re fleja el crecimiento real de la objeción. En realidad, el año empezó con un ligero descenso en el número de solicitudes (-1,9% en enero) para seguir con un aumento moderado (en torno al 10% entre febrero y abril).Fue en mayo cuando se produjo el gran salto, con un 31% de incremento respecto al mismo mes del año anterior, porcentaje que se elevó hasta el 54% en junio. Desde mayo a agosto, a pesar de las vacaciones estivales, todos los meses se han contabilizado más de 10.000 solicitudes, algo que históricamente sólo se había producido en dos ocasiones: en marzo de 1994, cuando se anunció que el Gobierno iba a endurecer las condiciones para hacerse objetor, y en julio de 1996, tras anunciarse la decisión de abolir la mili en el 2003.

El efecto Miravete

Aunque no se ha hecho ningún estudio para conocer la causa de la última avalancha de objetores, lo cierto es que ésta comenzó in mediatamente después del caso Miravete -la muerte de un sol dado de reemplazo por el disparo de un sargento ebrio el pasado 19 de abril en el destacamento de Candanchú, Huesca-, que tuvo un gran impacto en la sociedad.

"Todo el prestigio ganado por las Fuerzas Armadas con su participación en operaciones de paz lo ha echado a perder un fulano llamado Miravete", se la mentaba recientemente el gene ral en la reserva Francisco López de Sepúlveda ante la ponencia parlamentaria sobre profesionalización de los ejércitos.

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En la misma ponencia, el director general de Objeción de Conciencia, Carlos Lesmes, ex presaba su "inquietud" ante la posibilidad de que el aumento desmesurado del número de objetores durante el periodo de transición al ejército profesional provoque "un colapso" en la última fase del proceso.

"Si el joven entiende que haciéndose objetor va a eludir el cumplimiento del deber, ya sea el servicio militar o la prestación so cial, se hará objetor. Y se harán objetores en gran medida. Nadie va a querer ser el último y, por tanto, en la fase final, salvo que esté perfectamente definido por ley qué es lo que va a ocurrir, puede darse ese desplazamiento masivo", advirtió Lesmes.La idea de que haciéndose objetor puede evitarse no sólo la mili sino también la prestación sustitoria no carece de fundamento. Según datos oficiales, hasta el 31 de diciembre pasado, casi 20.000 jóvenes (19.809) habían quedado exentos del servicio civil por haber cumplido la edad límite de 30 años sin haberlo realizado.

Para evitar esta situación, el Ministerio de Justicia lanzó hace un año un plan de choque que preveía alcanzar 90.000 puestos de actividad para realizar la prestación sustitutoria a finales de 1996; 105.000 al acabar este año y 120.000 en 1998. Se trata no sólo de incorporar a los jóvenes que objetan cada año y no piden prórroga, sino también de absorber la bolsa de casi 130.000 objetores pendientes de incorporación por falta de plazas que se arrastra de años anteriores.

El problema estriba en que los cálculos del Ministerio de Justicia, basados en los datos del primer trimestre de este año, consistían en acabar 1997 con 96.000 a 98.000 solicitudes; logrando así el equilibrio entre la cifra de nuevos objetores y la de incorporados a la prestación sustitutoria, de forma que como mínimo no se siga engordando la bolsa.

Sin embargo, la previsión actual es que 1997 acabe con casi 130.000 nuevos objetores, a pesar de que el contingente de jóvenes que deben incorporarse al servicio militar en 1998 es de sólo 170.000, unos 20.000 menos que este año, debido a que la caída del índice de natalidad ha reducido drásticamente el número de españoles en edad militar.

España se ha convertido, como recordaba Lesmes en el Congreso, en el país con más objetores. "Unicamente nos supera Alemania, que tiene unos cuantos miles de objetores más, no muchos, pero téngase en cuenta que dobla la población española. Por tanto, el porcentaje de objetores en España es, desde luego, el más grande del mundo".

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