El Ecofin lanza un mensaje de confianza en el euro

El Ecofin informal de Mondorf ha sido la mejor prueba de que el euro va bien. Hacía muchos meses que los ministros de finanzas no tenían como principal punto en su agenda informal enviar un mensaje de confianza en la moneda europea. Por una vez, el euro pasó a segundo plano. Y los ministros lo aprovecharon para confirmar una decisión que estaba cantada. Las paridades fijas de las monedas que se integren se decidirá en el mismo momento de la criba, en la primavera de 1998, sin esperar varios meses como permite el Tratado.En ese momento se establecerán las paridades bilaterales (la de cada moned...

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El Ecofin informal de Mondorf ha sido la mejor prueba de que el euro va bien. Hacía muchos meses que los ministros de finanzas no tenían como principal punto en su agenda informal enviar un mensaje de confianza en la moneda europea. Por una vez, el euro pasó a segundo plano. Y los ministros lo aprovecharon para confirmar una decisión que estaba cantada. Las paridades fijas de las monedas que se integren se decidirá en el mismo momento de la criba, en la primavera de 1998, sin esperar varios meses como permite el Tratado.En ese momento se establecerán las paridades bilaterales (la de cada moneda in con el resto de divisas del euro). El Tratado obliga a convertir el actual ecu en euro el 1 de enero de 1999, a razón de 1 ecu por 1 euro. Comoquiera que en la cotización del ecu intervienen dos monedas que probablemente no se integrarán (la libra inglesa y el dracma griego), las paridades se fijarán de forma bilateral y no directamente con el euro porque su cotización puede variar al desaparecer la libra y el dracma de la cotización de la moneda europea.

Los ministros hicieron este anuncio para atajar las presiones para conocer cómo se decidirán las paridades. "Los mercados están en calma y no tenemos ninguna necesidad de anunciar ahora esa decisión", explicaron fuentes españolas. "No hay presión sobre las monedas, y ese es el mejor indicio de que hay confianza en el euro y no es necesario tomar medidas drásticas en defensa de una u otra rnoneda", añadieron.

La tranquilidad en el panorama monetario permitió a los ministros hacer un gesto político en uno de los grandes temas pendientes: la armonización fiscal. Por primera vez, todos los Estados admitieron la necesidad de trabajar en esa dirección porque los actuales estragos de la competencia fiscal pueden aumentar cuando se implante el euro y los ministros de economía se vean tentados a tirar de la política fiscal como instrumento para lograr mejoras de competitividad nacional.

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