LA MAESTRANZA

Un capote remendado

Finalizado el paseíllo, uno de los subalternos salió al ruedo y, todo ufano, desplegó un capote remendado con un siete pegado con vistoso esparadrapo en la panza del engaño. La plaza era la Maestranza, que no una portátil de pueblo perdido, y el hecho no es una simple anécdota, sino otra evidencia más de la decadencia de un espectáculo que pierde a borbotones su estilo y su clase.Nadie se inmutó, sin embargo. El vil remiendo no importó a los aficionados, si así se pueden calificar los turistas que, en inmensa mayoría, constituían el público asistente. Éste es otro de los beneficios del Europeo...

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Finalizado el paseíllo, uno de los subalternos salió al ruedo y, todo ufano, desplegó un capote remendado con un siete pegado con vistoso esparadrapo en la panza del engaño. La plaza era la Maestranza, que no una portátil de pueblo perdido, y el hecho no es una simple anécdota, sino otra evidencia más de la decadencia de un espectáculo que pierde a borbotones su estilo y su clase.Nadie se inmutó, sin embargo. El vil remiendo no importó a los aficionados, si así se pueden calificar los turistas que, en inmensa mayoría, constituían el público asistente. Éste es otro de los beneficios del Europeo de Natación, y otra prueba de que los toros se han convertido en un festejo turístico en el que los extranjeros se dejan sus buenos cuartos, se aburren como bellacos y, encima, se llevan a sus países la imagen de una tierra de bárbaros donde se tortura a los animales y esquilma a los incautos. Siempre ha habido novilladas veraniegas en Sevilla, pero nunca ha acudido menos gente que ahora; y que nadie culpe a las playas, que el mar no se inventó el año pasado. Quizá por eso, porque la afición es cada vez más corta, se permite el capote remendado llevado por alguien que se define como torero. A gorrazos por el paseo de Colón lo hubieran corrido hace unas pocas temporadas si se le ocurre tamaña herejía.Las cuadrillas, con excepciones, no saben realizar su trabajo con profesionalidad; lo de los picadores es de pena. Tanto es así, que salió un toro bravo, el quinto, y recibió una lidia escandalosa por parte del picador y la cuadrilla.Pero hubo más: los novillos, a excepción de ese quinto, fueron animales propios del matadero.

Hernández / García, Doblado, Taulere

Novillos de Félix Hernández, mansos, sosos y descastados.Pepe Luis García: ovación y oreja; José Doblado: silencio en ambos. Gregorio Taulere: silencio y palmas. García fue atendido de una herida menos grave en la pantorrilla izquierda. El subalterno Jesús Carvajal sufrió luxación del hombro derecho. Plaza de la Real Maestranza, 24 de agosto. Menos de media entrada.

Claro que los novilleros tampoco demostraron muchas ganas de ser figuras de rompe y rasga. Es verdad que Pepe Luis García se la jugó en el cuarto y se ganó una cornada de carácter menos grave. Era un novillo violento, pero era el último de una oportunidad que Dios sabe cuándo se repetirá. García se envalentonó y consiguió algunos pases estimables. La oreja fue merecida. José Doblado debutaba con picadores en Sevilla y su paso no quedará registrado en los anales taurómacos. Y el nimeño Taulere, como sus compañeros, no tuvo novillos aceptables. Bien es verdad que su toreo tampoco lo es.

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