Un geriátrico holandés, investigado por eutanasia
El Ministerio de Justicia holandés ha abierto una investigación en un centro geriátrico, tras las acusaciones de que allí se ha facilitado, sin previa consulta a la familia, la muerte dulce a algunos ancianos internados.El escándalo se desató cuando en días pasados los familiares de un hombre de 62 años, aquejado de Alzheimer, presentaron una denuncia por intento de asesinato. El anciano ingresó en el centro para recuperarse de una operación y pocos días después entró en coma. Según la denuncia, su hija lo encontró inconsciente y con graves síntomas de deshidratación y tras preguntar a ...
El Ministerio de Justicia holandés ha abierto una investigación en un centro geriátrico, tras las acusaciones de que allí se ha facilitado, sin previa consulta a la familia, la muerte dulce a algunos ancianos internados.El escándalo se desató cuando en días pasados los familiares de un hombre de 62 años, aquejado de Alzheimer, presentaron una denuncia por intento de asesinato. El anciano ingresó en el centro para recuperarse de una operación y pocos días después entró en coma. Según la denuncia, su hija lo encontró inconsciente y con graves síntomas de deshidratación y tras preguntar a los responsables por qué no se le administraba líquido, obtuvo como respuesta que iba "en contra de la política del centro". Los familiares le llevaron a un hospital donde tras unas horas y un sencillo tratamiento con suero, el hombre se recuperó.
Poco después de que esto se hiciera público, parientes de otras cuatro personas que fallecieron recientemente en el mismo centro y tras haber entrado de manera extraña y rápida en coma, presentaron también sus denuncias ante las autoridades. El centro niega las acusaciones, pero ha reconocido que en algunos enfermos terminales no se utilizan tratamientos que puedan prolongarles la vida, aunque asegura que se informa siempre de forma conveniente a los familiares. El folleto informativo del geriátrico advierte que en casos sin esperanza no se reanima a los ancianos que sufran un ataque cardiaco ni se obliga a comer a quienes se nieguen.