El Festival de Granada arranca con nuevos escenarios

Con una radical apuesta por la música contemporánea, a cargo de los sensacionales Percusiones de Estrasburgo, el 46 Festival Internacional de Música y Danza de Granada estrenó anteayer el más insólito de sus nuevos escenarios, el anfiteatro Carlos I, situado en la azotea del Palacio de Exposiciones y Congresos. La fuerza expresiva de los seis percusionistas franceses, que interpretaron obras de Gerard Grisey, Julio Estrada e lannis Xenakis, produjo una cunosa mezcla de asombro y desconcierto a las más de 700 personas que descubrieron las inmensas posibilidades del recinto, un anfiteatro semici...

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Con una radical apuesta por la música contemporánea, a cargo de los sensacionales Percusiones de Estrasburgo, el 46 Festival Internacional de Música y Danza de Granada estrenó anteayer el más insólito de sus nuevos escenarios, el anfiteatro Carlos I, situado en la azotea del Palacio de Exposiciones y Congresos. La fuerza expresiva de los seis percusionistas franceses, que interpretaron obras de Gerard Grisey, Julio Estrada e lannis Xenakis, produjo una cunosa mezcla de asombro y desconcierto a las más de 700 personas que descubrieron las inmensas posibilidades del recinto, un anfiteatro semicircular al aire libre con un aforo de 1.200 localidades. La búsqueda de nuevos espacios, que invitan a recorrer y adentrarse por algunos de los más bellos rincones de Granada, resume la filosofía de la nueva edición del veterano festival, inaugurado el pasado viernes en el Palacio de Carlos V por la Orquesta Sinfónica de Hamburgo y su director titular, el granadino Miguel Angel Gómez Martínez.La música coral, con las actuaciones del Orfeón Donostiarra, el Huelgas Ensemble y el Coro de Cámara del Palau de la Música Catalana, ha sido la gran protagonista de las cinco primeras jornadas del festival, un fascinante recorrido desde la música del Renacimiento hasta el siglo XX. El Festival de Granada ha salido al encuentro de la ciudad multiplicando su oferta musical; de cuatro escenarios de celebración en 1993 se ha pasado a 22 lugares en 1997, con cerca de 70 conciertos en los que se cruzan músicas y culturas de todas las épocas.

El prestigioso Huelgas Ensemble, dirigido por el infatigable musicólogo belga Paul van Nevel, ofreció en su primer programa, el pasado domingo, un hermoso programa dedicado a polifonistas flamencos en España, con obras de Alexander Agrícola, Nicolás Gombert y Pierre de Manchicourt. Esa misma tarde el festival descubrió otro rincón más de esta Granada inacabable: el salón de actos del Colegio Máximo de La Cartuja. En este bello y poco conocido escenario, el Coro de Cámara del Palau de la Música Catalana, dirigido por su titular, Jordi Casas, ofreció Voces y susurros, uno de los programas más ingeniosos y atractivos del certamen.

Voces de los gentíos

En este programa se sucedieron las "voces" de los gentíos de los mercados musicados por Clement Janequin (Les cris de Paris), Orlando Gibbons (The cries of London), Ferrán Sors (Crits de carrer) y Luciano Berio (Cries of London). El curioso recorrido por cuatro siglos de "voces de mercado" se completó con los "susurros": cantos vocalizados sin textos de Delius y Villa-Lobos y músicas imitativas de Boccherini. El concierto fue un éxito que además mostró la belleza de un nuevo recinto.Para el público que año tras año acude a Granada, el arranque del certamen tuvo lugar, naturalmente, en el emblemático Palacio de Carlos V, con dos programas de la Sinfónica de Hamburgo y Miguel Ángel Gómez Martínez.

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