Los firmantes subrayan que el acuerdo garantiza una Europa estable y sin división
El Acta Fundacional solemnemente firmada ayer por los líderes de los países de la OTAN con el presidente ruso, Borís Yeltsin, empuja a cooperar a los antiguos adversarios y posibilita la estabilidad y la seguridad de una Europa ya no sometida a divisiones. Pese a ello, Yeltsin aseguró que contempla "negativamente" la futura ampliación, aunque con un tono mucho menos agresivo del que había esgrimido anteriormente. A diferencia de )tras ocasiones históricas y solemnes, en esta, los discursos de los líderes no planearon como cartuchos diplomáticos precongeados
Todos coincidieron en que el ...
El Acta Fundacional solemnemente firmada ayer por los líderes de los países de la OTAN con el presidente ruso, Borís Yeltsin, empuja a cooperar a los antiguos adversarios y posibilita la estabilidad y la seguridad de una Europa ya no sometida a divisiones. Pese a ello, Yeltsin aseguró que contempla "negativamente" la futura ampliación, aunque con un tono mucho menos agresivo del que había esgrimido anteriormente. A diferencia de )tras ocasiones históricas y solemnes, en esta, los discursos de los líderes no planearon como cartuchos diplomáticos precongeados
Todos coincidieron en que el Acta que acababan de firmar ponía siete llaves a la división de Europa consagrada en Yalta. Así, el pacto abre la senda a "un objetivo largamente acariciado, pero nunca realizado todavía: una Europa sin divisiones, pacífica y democrática", destacó el presidente norteamericano, Bill Clinton. Idéntica idea pero con distintas palabras blandió su colega ruso, Borís Yeltsin. Para él , "lo más importante" es que con el Acta habrá "una única Europa más grande, porque ésa es la única manera de garantizar que será pacífica y estable, pues es imposible crear seguridad y estabilidad para un sólo Estado".La comparación con el pasado daba relevancia al compromiso de cooperación futura, según destacó el anfitrión, Jacques Chirac. "Pasamos página a medio siglo de incomprensión, de enfrentamiento, de división sobre nuestro continente", indicó. "¿Quien habría osado profetizar hace diez años que los países de la Alianza. Atlántica se comprometerían con Rusia en una asociación estrecha y prospectiva?", insistía el canciller alemán, Helmut Kohl. Nadie mejor que él para extraer de la experiencia alemana la enseñanza de que la "sed de prestigio" de los Estados-nación y los juegos de "coaliciones y contraalianzas", "carecen de hueco en el futuro".
Una paz "a largo plazo" sólo se puede diseñar mediante "el desarrollo de la cooperación entre Estados y la integración de toda Europa", concluía Kohl. "A la lógica del enfrentamiento entre los adversarios de ayer, le sucede una era de cooperación entre socios iguales y respetados", abundaba Chirac.
Los líderes afirmaron también:
Bill Clinton: El Acta "refleja y configura un cambio fundamental sobre cómo pensamos sobre el otro y sobre nuestro futuro.Estamos construyendo una nueva OTAN, una alianza ya nunca más dirigida contra un bloque hostil de naciones", a la que no debe contemplarse "a través del prisma de la guerra fría", porque "la nueva OTAN trabajará junto con Rusia, no contra ella". A partir de ahora, "la seguridad europea no es una suma cero donde las ganancias de la OTAN. son pérdidas para Rusia y donde la fortaleza de Rusia es la debilidad de nuestra Alianza: eso es pensamiento antiguo".
Borís Yeltsin. Éstas han sido para nosotros "seguramente las negociaciones más difíciles durante todo el período posterior a la guerra fría. Teníamos que proteger la seguridad de nuestro país al mismo tiempo que crear las bases, los cimientos de una cooperación constructiva con la OTAN". Pero "Rusia contempla todavía negativamente los planes de ampliación de la OTAN, aunque al mismo tiempo reconocemos y ensalzamos la disposición de los países de la Alianza, pese a las dificultades, para llegar a un acuerdo con Rusia".
Javier Solana. El Acta es "un éxito para Rusia, para la Alianza y para toda la comunidad euroatlántica. Respeta la soberanía de las naciones, y su derecho a decidir sus propios acuerdos de seguridad, en la convicción común de que todos los países pueden beneficiarse de la nueva arquitectura de seguridad europea. La tarea pendiente está clara: dar vida a este documento utilizando todas las nuevas oportunidades" que genera.
José María Aznar. "Estamos participando en un acontecimiento histórico", la creación de "un nuevo esquema de seguridad". Un "espacio euroatlántico", una "zona más libre, más próspera y más estable". Lo que "hemos alcanzado es muy importante, ahora debemos poner nos a trabajar para sacar todo el provecho" del pacto. Aludió a que él pertenece a una "genera ción sin conflicto", y acabó con un: "Os esperamos en Madrid".