LA MAESTRANZA

Un presidente festivalero

La plaza de toros de Sevilla estaba de bote en bote. Sin embargo, no era Feria de Abril ni se celebraba festividad alguna; incluso, el cartel contenía escasos atractivos. Pero el misterio tiene una sencilla explicación: las entradas eran regaladas, de donde se deduce que a corrida gratis no le mires el cartel.La Real Maestranza había cedido el coso a la asociación benéfica ANDE, que organizó la corrida y repartió las invitaciones entre personas de la tercera edad y minusválidos. Así las cosas, nunca debió ser una corrida lo que se diseñó como un festival, pero, al final, el único festivalero f...

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La plaza de toros de Sevilla estaba de bote en bote. Sin embargo, no era Feria de Abril ni se celebraba festividad alguna; incluso, el cartel contenía escasos atractivos. Pero el misterio tiene una sencilla explicación: las entradas eran regaladas, de donde se deduce que a corrida gratis no le mires el cartel.La Real Maestranza había cedido el coso a la asociación benéfica ANDE, que organizó la corrida y repartió las invitaciones entre personas de la tercera edad y minusválidos. Así las cosas, nunca debió ser una corrida lo que se diseñó como un festival, pero, al final, el único festivalero fue el presidente del festejo.

Los toros lucieron una más que correcta presentación; los toreros estuvieron a la altura que de ellos se espera; el público, mucho más serio de lo que cabía suponer, y el que naufragó es quien tenía que velar por la integridad y la pureza del espectáculo. El presidente -que no pertenece al cuerpo de policía sino que es un aficionado- erró al no devolver al tercero, un inválido de libro, sólo porque hubo pocas protestas, y se equivocó gravemente al conceder dos orejas de pueblo en la Maestranza a un torero que no las mereció.

Barral / Campuzano, Cepeda, Camino

Toros de Joaquín Barral, bien presentados, blandos y sosos; 4º, encastado. Tomás Campuzano: pinchazo y estocada (ovación); estocada (dos orejas). Fernando Cepeda: estocada que asoma (ovación); casi entera (silencio). Rafael Camino: media (silencio); pinchazo y estocada (silencio). Plaza de la Maestranza, 9 de mayo. Festejo organizado por la asociación ANDE. Lleno.

Campuzano estuvo valiente y decidido toda la tarde, buscó el triunfo con afán, pero su toreo no estuvo a la altura de su ambición. Se justificó ante su descastado primero, al que robó algunos muletazos por su cercanía de los pitones, y, se encontró después con un manso encastado que embistió repetidamente a la muleta.

El diestro presentó pelea, pero no dominó. Su labor fue rápida, superficial y efectista. Tres molinetes encandilaron al público, y una estocada de efectos rápidos pobló los tendidos de pañuelos. El presidente hizo el resto y dejó por los suelos el prestigio de la plaza.

Los toros colaboraron poco, y se encontraron con dos toreros que no están sobrados de ánimo y se les nota la derrota a flor de piel. A Cepeda le molestaron el viento, sus oponentes, que no le ayudaron, y su conformismo. Su actuación fue gris. Y del mismo tono oscuro fue la de Camino, que no pudo dar ni un pase al inválido tercero, y no se confió nada con el deslucido sexto. La verdad es que no expuso un alamar, y ni siquiera consiguió justificarse.

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