Pepín Liria: "Sólo reaparezco para triunfar'

El diestro Pepín Liria ha vivido su semana de pasión desde que el viernes de prefería lo hiriera, en una pierna el último victorino. Enclaustrado en la finca del ganadero Sánchez Ibargüen, dueño de las reses que se lidian esta tarde, se ha sometido a una intensa rehabilitación para poder hacer hoy el paseíllo en la Maestranza. Al mediodía de ayer el torero decidió reaparecer para esta corrida a pesar de que aún no le habían desaparecido los dolores de la pierna, de cuya rehabilitación cuida un fisioterapeuta llegado expresamente de Murcia, donde nació Liria.Dice el torero que su ánimo h...

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El diestro Pepín Liria ha vivido su semana de pasión desde que el viernes de prefería lo hiriera, en una pierna el último victorino. Enclaustrado en la finca del ganadero Sánchez Ibargüen, dueño de las reses que se lidian esta tarde, se ha sometido a una intensa rehabilitación para poder hacer hoy el paseíllo en la Maestranza. Al mediodía de ayer el torero decidió reaparecer para esta corrida a pesar de que aún no le habían desaparecido los dolores de la pierna, de cuya rehabilitación cuida un fisioterapeuta llegado expresamente de Murcia, donde nació Liria.Dice el torero que su ánimo ha sufrido altibajos ante el temor de que la herida le impidiera torear, pero tiene muy claro que si se viste de luces será porque se encuentra en perfectas condiciones físicas. "Yo sólo vengo para triunfar y no para matar la corrida como un compromiso", afirma Liria. "He tenido momentos muy bajos porque los dolores no han desaparecido", continúa, "y reconozco que la euforia del primer día nos llevó a pensar que la herida no tenía importancia, pero lo cierto es que la cicatriz es grande y me molesta mucho".

Pepín Liria ha barajado hasta el último momento su ausencia, aunque asegura que "no quiero ni pensarlo". "Hubiera sido un palo muy gordo", añade, "porque tengo la posibilidad de conseguir un triunfo muy importante, la afición está entregada y el momento es clave para mi carrera. Habría sufrido una gran decepción en caso de no torear", prosigue, "y hubiera dado lo que fuera por estar bueno. También soy consciente de la dificultad que entrañaría confeccionar otro cartel", continúa, "por la expectación que éste ha levantado; por tanto, ha influido también el problema que se le plantearía a la empresa y por eso he hecho lo que estaba en mis manos para encontrar la solución".

Pepín Liria está convencido de que "ha entrado" en Sevilla como torero: "Creo que el balance de mi paso por esta plaza lo dice todo: cinco corridas, siete orejas y tres vueltas al ruedo; reconozco que esta afición es extraordinaria y su sensibilidad es muy especial; es verdad que he realizado un gran esfuerzo, pero he comprobado que no es necesario haber nacido en Sevilla para ser reconocido como torero en la Maestranza".El torero recuerda la corrida del viernes y afirma que "no fue buena". "Mejor dicho", aclara, "fue muy complicada para los toreros; y el ganadero tuvo la suerte de que lucimos sus toros con una gran disposición de triunfo". Sobre el toro que le infirió la cornada, Liria afirma que "era muy difícil, y yo cometí el error de confiarme; confié en mi fortaleza física y me equivoqué". Se queja, por último, de que su carrera no avanza al ritmo de sus triunfos: "No es fácil la contratación a pesar de los éxitos del pasado año, pero disfruto mucho con lo que he conseguido".

La corrida de hoy, 14ª de la Feria de Sevilla: toros de Ramón Sánchez Ibargüen para El Tato y Pepín Liria, mano a mano. A las 18.30.

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