Dos colegas

Phil Cunningham explicó en qué iba a consistir aquello: vamos a tocar algo de música y luego un poco más de música. O sea, que hubo reels y jigs, el tema de una película de Kris Kristofferson, aires de Nueva Escocia, canciones noruegas, baladas y marchas a discreción. Cunningham se hartó de contar anécdotas, soltar chascarrillos y llenar la sala de buen humor. Ni la reina Isabel II ni la selección inglesa de fútbol se libraron. Así que no sólo dio muestras de ser un gran instrumentista, también confirmó su capacidad como comunicador.La fórmula no puede ser más simple y eficaz: un...

Phil Cunningham explicó en qué iba a consistir aquello: vamos a tocar algo de música y luego un poco más de música. O sea, que hubo reels y jigs, el tema de una película de Kris Kristofferson, aires de Nueva Escocia, canciones noruegas, baladas y marchas a discreción. Cunningham se hartó de contar anécdotas, soltar chascarrillos y llenar la sala de buen humor. Ni la reina Isabel II ni la selección inglesa de fútbol se libraron. Así que no sólo dio muestras de ser un gran instrumentista, también confirmó su capacidad como comunicador.La fórmula no puede ser más simple y eficaz: un violín y un acordeón. Dos instrumentos que se complementan como el té y las pastas aunque en el caso de estos dos escoceses habría que encontrar más bien algún acompañamiento para el whisky. Se van a cumplir diez años desde que tocaron juntos por primera vez, y, cada año, se reúnen para una serie de conciertos. Son un par de colegas con excelente espíritu: el violinista, Aly Bain, que fue miembro del grupo Boys of the Lough, contribuye a mantener viva la tradición de sus islas Shetland; el acordeonista, Phil Cunningham, que formó parte de bandas como Silly Wizard, acumula un historial impresionante como productor.