La puerta del Príncipe sin cortar orejas, sueño de Joselito

Joselito estaba ayer recluido en su finca de la provincia de Toledo donde aguardaba la hora de partir para Sevilla. Dice que allí se pasa las horas muertas con una muleta entre las manos, reflexiona y sueña. Recuerda los buenos momentos del pasado y dibuja nuevos triunfos. "Yo sueño mucho junto a una muleta", afirma el torero, "anoche mismo estuve hasta las 11 en la plaza de tientas, dando vueltas y vueltas al redondel y me sentía aclamado por el público; incluso ahora, mientras hablo por teléfono, tengo una muleta en las manos".Pero el sueño más repetido de Joselito tiene forma de puerta ...

Joselito estaba ayer recluido en su finca de la provincia de Toledo donde aguardaba la hora de partir para Sevilla. Dice que allí se pasa las horas muertas con una muleta entre las manos, reflexiona y sueña. Recuerda los buenos momentos del pasado y dibuja nuevos triunfos. "Yo sueño mucho junto a una muleta", afirma el torero, "anoche mismo estuve hasta las 11 en la plaza de tientas, dando vueltas y vueltas al redondel y me sentía aclamado por el público; incluso ahora, mientras hablo por teléfono, tengo una muleta en las manos".Pero el sueño más repetido de Joselito tiene forma de puerta del Príncipe de la Maestranza de Sevilla. "Es mi anhelo más profundo, pero me gustaría salir a hombros por esa puerta sin cortar orejas, lo que significaría que la obra realizada habría sido perfecta, muy por encima de la medida necesaria para que te concedan las orejas. Busco el verdadero entusiasmo de la. gente y que se me recuerde dentro de 20 años".

De hecho, no parece importarle que un fallo con el estoque le impidiera conseguir un trofeo el pasado Domingo de Resurrección. "Me da exactamente igual, de verdad", asegura, "porque lo que persigo es que se recuerde mi toreo por su profundidad y por la emoción que sea capaz de transmitir al público". Joselito debutó en Sevilla en 1987, un año después de tomar la alternativa en Málaga. Esta es su 11ª Feria de Sevilla. El torero no duda en calificar de "muy positivo" el balance de su relación con la Maestranza. "He ido muy poquito a poco", dice, "como a mí me gusta hacer las cosas, pero creo que me he ganado el respeto de esta afición, que es lo más importante". A pesar del tiempo transcurrido, asegura que mantiene intactas sus ilusiones. "Son diferentes, pero nuevas siempre; en este momento, cuando he conseguido algunas metas, lo que me mantiene es soñar despierto delante del toro, soñar con la perfección y hacerlo con una muleta". En Sevilla aún no ha conseguido un triunfo de clamor. "Es verdad", tercia el torero, "pero sí cuento con el reconocimiento general que, a mi juicio, tiene una cierta solidez. Me doy cuenta, por ejemplo ",continúa, "de que cuando doy un lance la gente lo da conmigo, lo vive conmigo, percibo que Sevilla siente mi toreo como yo lo siento".

Joselito es también ganadero y reconoce que el toro vive un mal momento: "Hay peores toros que toreros", afirma. "Esta es una época de transición, se ha buscado el toro perfecto y eso es muy difícil; son muy pocos los que tienen raza, humillan y destacan por su fijeza y largo recorrido, pero creo que la evolución ofrecerá buenos resultados".

Joselito vuelve a hablar de la Maestranza. "Dedicaré el día a pensar en la plaza. Es muy especial y por eso me importa tanto que reconozca mi toreo".

La corrida de hoy, 9ª de la Feria de Sevilla: toros de González-Sánchez Dalp para Joselito, Julio Aparicio y Rivera Ordóñez. A las 18.30.