Cartas al director

Qué pena de enseñanza pública

Tengo tres hijos que van a centros de enseñanza pública. Yo pertenezco a la APA y al consejo escolar del instituto donde va mi primogénito. Pues bien, desde que ha empezado este curso , y además de los problemas que lleva consigo cualquier cambio de plan de estudios (lo sé por experiencia, pues me tocó el primer año experimental del COU), nos encontramos con unos problemas presupuestarios que impiden el buen funcionamiento del centro. Este año, los dineros para la enseñanza no sólo se han reducido, sino que el reparto del ministerio ha sido distinto.El problema, quiero que quede claro, no está...

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Tengo tres hijos que van a centros de enseñanza pública. Yo pertenezco a la APA y al consejo escolar del instituto donde va mi primogénito. Pues bien, desde que ha empezado este curso , y además de los problemas que lleva consigo cualquier cambio de plan de estudios (lo sé por experiencia, pues me tocó el primer año experimental del COU), nos encontramos con unos problemas presupuestarios que impiden el buen funcionamiento del centro. Este año, los dineros para la enseñanza no sólo se han reducido, sino que el reparto del ministerio ha sido distinto.El problema, quiero que quede claro, no está en que se aumente el presupuesto de la enseñanza privada, sino en que se desvista a un santo para vestir a otro; es decir, que se le reste a la enseñanza pública para dárselo a la enseñanza concertada. Igual esta política tiene que ver con el criterio economicista de que un alumno en la escuela privada le sale más barato al Estado que un alumno en la pública.

Y con ser éste un problema grave, aún lo es más la consecuencia de esta política. La cantidad de problemas que se arrastran a estas alturas de curso lleva a muchos padres a empezar a considerar la posibilidad de cambiar a sus hijos a un centro privado que les evite tener problemas como clases masificadas, personal docente insuficiente, distancia de dos o tres kilómetros desde la vivienda del estudiante hasta el centro escolar, profesorado desmotivado al ver que el deterioro de la enseñanza pública les lleva a un futuro incierto, y un largo etcétera.

Y por este camino, entre esta legislatura y la siguiente (Dios no lo quiera, y los españoles, tampoco), tendremos una enseñanza pública para pobres, minorías étnicas, etcétera, que contrastará con centros privados llenos de niños sanos, fuertes e inteligentes, con padres dispuestos a pagar cualquier uniforme, chándal, fotos, deportes, actividades extraescolares, etcétera, que compensen el menor coste que esta enseñanza tiene por alumno para el Estado.-

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