El cine de Hollywood alcanza su record de recaudación mientras se disparan sus costos

Con el presupuesto medio de un filme norteamericano, se pueden hacer 31 españoles

El pleno de la industria del cine de Estados Unidos clausura hoy su delirante convención anual de Sho West en Las Vegas, donde el martes se anunciaron cifras millonarias de presupuestos y de recaudación. Los récords más espectaculares de 1996 son: una película media hecha en EE UU cuesta 8.700 millones de pesetas, publicidad incluida; y la taquilla doméstica alcanzó el máximo histórico de 5.900 millones de dólares (855.499 millones de pesetas). Aunque Independence Day, con mil millones de dólares en recaudación mundial, Twister y Misión imposible fueron los grandes éxitos de 1996, el progresiv...

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El pleno de la industria del cine de Estados Unidos clausura hoy su delirante convención anual de Sho West en Las Vegas, donde el martes se anunciaron cifras millonarias de presupuestos y de recaudación. Los récords más espectaculares de 1996 son: una película media hecha en EE UU cuesta 8.700 millones de pesetas, publicidad incluida; y la taquilla doméstica alcanzó el máximo histórico de 5.900 millones de dólares (855.499 millones de pesetas). Aunque Independence Day, con mil millones de dólares en recaudación mundial, Twister y Misión imposible fueron los grandes éxitos de 1996, el progresivo descontrol de presupuestos y costos de los filmes ha caído como una bomba.

La razón de que se produzca esta sensación de alarma en un marco de aumento de las recaudaciones se debe al hecho de que el coste medio de cada película se ha colocado cerca de los 60 millones de dólares (aproximadamente lo que cuestan 31 películas españolas, cuyo presupuesto medio es de unos 275 millones de pesetas),. a causa de la distorsión que introducen en el conjunto de la inversión cinematográfica estas superproducciones y sus enormes campañas de publicidad.En un ambiente que recuerda al de los marcianos de Tim Burton, ShoWest es una con vención anual de exhibidores de cine en la que los estudios van a enseñarse mutuamente los biceps, haciendo gala de sus respectivas estrellas y pro yectos para el futuro. Es, decir, es como una feria de informática o de turismo, pero en vez de vender impresoras, los stands anuncian a Sharon Stone o Jack Nicholson. En este foro, Jack Valenti, presidente de la Motion Picture Association of America (MPAA), se dirigió el pasado martes a los exhibidores de Estados Unidos y les dijo por qué el negocio está yendo bien. Para empezar, Valenti anunció que los norteamericanos se han dejado en las taquillas 855.499 millones de pesetas en 1996 (algo más que el presupuesto municipal de Barcelona de aquí al año 2000) y recordó que hace tres décadas la recaudación fue de mil millones de dólares, lo que al cambio actual serían 145.000 millones de pesetas. Dijo también Valenti que desde 1959 la gente no iba tanto al cine en Estados Unidos como lo hizo en 1996.

Guionistas

Valenti, que como jefe de la MPAA es el calificador oficial del reino, dijo que los ".juicios creati ' vos" de los guionistas, directores y productores son intocables, pero matizó: "Me gustaría que los personajes en la gran pantalla no fumaran. Me gustaría que los talentosos guionistas pudieran recurrir menos a palabras malsonantes y más a la destreza muscular del idioma inglés". No aclaró el presidente de la MPAA si se refería a los. puros que se fuman Will Smith y Bill Pullman en Independence Day o a los cigarrillos de Harvey Keitel y Jim Jarmusch en Blue in theface.

El control sobre el contenido de las películas que ejerce la MPAA es una censura indirecta: un director puede hacer la película que quiera, pero si la MPAA le otorga luego una calificación no apta . para menores (R o NC-17) muchos exhibidores no la aceptarán, tendrá menor taquilla y luego no se distribuirá en algunos videoclubes como la gran cadena Blockbuster.

Otra cuestión de ética salió a relucir cuando Valenti dijo oficialmente que las películas de Estados Unidos han alcanzado un coste medio de 8.700 millones de pesetas. En dólares, la cifra es de 60 millones: 40 para la, producción de la película y 20 para su campaña publicitaria. El aumento respecto a hace diez años ha sido del 148%.

Ésta no es una noticia tan buena para la industria del cine, pero nadie parece dispuesto a dar marcha atrás. El corresponsal en Hollywood de The New York Times, Bernard Weinraub, recabó ayer la opinión de algunos grandes jefes de los estudios y las posturas eran tan cercanas como contradictorias.

Reacciones

Sherry Lansing, de Paramount, dijo estar "horrorizada" de estos presupuestos astronómicos, y anadió: "Nos estamos matando, a nosotros mismos". Casey Silver, de Universal, se mostró "preocupado pero no sorprendido", y Joe Roth, de Walt Disney, afirmó que alcanzar estas cifras era una "desgracia" para la industria.

Pero Paramount está lista para estrenar este verano la superproducción Titanic, la película de James Cameron cuyo gigantesco coste ha tenido que repartirse con la Twentieth Century Fox.

Según estimaciones no oficiales, el filme ha alcanzado un presupuesto de 25.740 millones de pesetas, es decir, el triple de la astronómica cifra media. Y Universal, con su The lost world (secuela de Parque Jurásico) tampoco parece Que esté dispuesta a empezar a ahorrar. Otras producciones de este verano, como Batman y Robin (Warner) y Men in black (Sony), se mueven en parecido ámbito presupuestario.

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