El monumento a Emilio Castelar
Sin dármelas de entendido en materia estatuaria, he llegado a la conclusión de que uno de los más significativos monumentos escultóricos de Madrid, por no decir el que más, es el dedicado a don Emilio Castelar.Está situado en la aplazolada confluencia del paseo de la Castellana, el paseo de Martínez Campos y la calle de López de Hoyos. Obra de don Mariano Benlliure, fue inaugurado en julio de 1908 y costeado por, suscripción popular.
Nuestro orador más popular, en bronce, está en pie derrochando su verbo abundante abrumadoramente.
Le observan reflexivos y solemnes, a sendos lados...
Sin dármelas de entendido en materia estatuaria, he llegado a la conclusión de que uno de los más significativos monumentos escultóricos de Madrid, por no decir el que más, es el dedicado a don Emilio Castelar.Está situado en la aplazolada confluencia del paseo de la Castellana, el paseo de Martínez Campos y la calle de López de Hoyos. Obra de don Mariano Benlliure, fue inaugurado en julio de 1908 y costeado por, suscripción popular.
Nuestro orador más popular, en bronce, está en pie derrochando su verbo abundante abrumadoramente.
Le observan reflexivos y solemnes, a sendos lados, nada más y nada menos que el fabuloso Demóstenes, el de las Filípicas, y el Cicerón de las Catilinarias.
En escalera lateral suben un trabajador, un soldado y un estudiante, y sobre la culminación del monumento, en bronce también, hay tres muchachas, que simbolizan las ideas básicas de la política castelariana: Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Lo que ya no puedo explicar es lo de ese cañón de artillería rodada, en cuyo armón va sentado un artillero de ninguna graduación. Acaso pudiera haberse hecho en recuerdo de las simpatías que Castelar tenía por dicho cuerpo.-