La rebelión tutsi avanza imparable hacia la capital del Alto Zaire

La rebelión tutsi encabezada por Laurent Kabila en el este de Zaire se muestra intratable para el desmoralizado Ejército de Mobutu Sese Seko y su tropa de mercenarios, serbios y franceses en su mayor parte. Las fuerzas de la Alianza de Fuerzas Democráticas de Liberación del Congo-Zaire avanzan hacia Kisangani (la tercera ciudad del país), capital de la provincia del Alto Zaire, cuya caída sería, según diplomáticos occidentales, un golpe psicológico terrible para el corrupto régimen de Mobutu.

, El avance rebelde ha provocado la huida de los 30.000 refugiados, hutus ruandeses en su m...

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La rebelión tutsi encabezada por Laurent Kabila en el este de Zaire se muestra intratable para el desmoralizado Ejército de Mobutu Sese Seko y su tropa de mercenarios, serbios y franceses en su mayor parte. Las fuerzas de la Alianza de Fuerzas Democráticas de Liberación del Congo-Zaire avanzan hacia Kisangani (la tercera ciudad del país), capital de la provincia del Alto Zaire, cuya caída sería, según diplomáticos occidentales, un golpe psicológico terrible para el corrupto régimen de Mobutu.

, El avance rebelde ha provocado la huida de los 30.000 refugiados, hutus ruandeses en su mayor parte, del campo de Amisi, cerca de Lubutu, 250 kilómetros al sureste de Kisangani. "El viento del pánico sopla allí. La guerra está cada vez más cerca. Amisi se ha vaciado por completo", asegura Innocent Seruntanga, un coordinador del campo de refugiados de Tingi Tingi, 250 kilómetros al sureste de Kisangani. Hacia Tingi Tingi, el mayor campo de refugiados del Este de Zaire, con 130.000 personas viviendo en penosas condiciones, como pudo comprobar el sábado Sadalco Ogata, alta comisionada de las Naciones Unidas para los refugiados, se encaminan la mayor parte de los residentes en Amisi.Ogata se refirió el sábado a la necesidad de abrir corredores entre Tingi Tingi y Ruanda para que los refugiados puedan volver a casa y afirmó que las autoridades zaireñas habían mostrado su aprobación al plan para repatriar a los aproximadamente 300.000 refugiados que quedan en el país. Sin embargo, los líderes del campamento de Tingi Tingi, entre los que se encuentran mandos del derrotado Ejército hutu ruandés y responsables del genocidio de 1994, prefieren permanecer en Zaire. La mayor parte de las organizaciones humanitarias han abandonado Tingi Tingi ante el avance rebelde.

Los rebeldes controlan una franja de más de 1.400 kilómetros de largo y en algunos puntos de 350 kilómetros de ancho (casi el doble que Portugal) al este del gigantesco país centroafricano, junto a las fronteras de Burundi, Ruanda y Uganda, países a los que Kinshasa ha acusado de apoyar de forma decisiva a los hombres de Kabila, que de una fuerza inicial de varios centenares de hombres, en octubre pasado, cuando comenzó la revuelta, han pasado a formar un Ejército de 20.000 hombres.

Las tropas de Kabila también avanzan en el sur, hacia Moba, en la rica provincia minera de Shaba, después de haber tomado el puerto de Kalemie, en el lago Tanganica y nudo ferroviario vital para la exportación de mineral.

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