Un golpe de mano para el canciller Kohl

, ¿En qué consistiría el mini big-bang? Simplemente, en adelantar la decisión de marzo de 1998 al último trimestre de 1997 -apostando por una unión monetaria muy nutrida-, para cortar especulaciones y tormentas monetarias y simplificar el proceso.Algo que sólo podría imponer el canciller Kohl, argumentan estas fuentes, si lo ve todo en peligro. Porque se concitasen las siguientes circunstancias: que estando contra las cuerdas por su crítica opinión doméstica acaricie una fuga hacia adelante; que vea imposible para Alemania cumplir el techo de déficit del 3%; que esté en disposición de d...

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, ¿En qué consistiría el mini big-bang? Simplemente, en adelantar la decisión de marzo de 1998 al último trimestre de 1997 -apostando por una unión monetaria muy nutrida-, para cortar especulaciones y tormentas monetarias y simplificar el proceso.Algo que sólo podría imponer el canciller Kohl, argumentan estas fuentes, si lo ve todo en peligro. Porque se concitasen las siguientes circunstancias: que estando contra las cuerdas por su crítica opinión doméstica acaricie una fuga hacia adelante; que vea imposible para Alemania cumplir el techo de déficit del 3%; que esté en disposición de dar un golpe de mano como el de la unificación alemana; y que se haya hecho verosímil la amenaza de un frente común de los países mediterráneos, dispuestos a enfrentarse contra el rechazo a su incorporación mediante el bloqueo de la decisión de la criba (que exige mayoría cualificada), aún a costa de vulnerar el deber de lealtad que les impone el Protocolo Diez del Tratado.

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La teoría de un gran big-bang se rechazó desde el informe Cees Maas, de enero de 1995, porque "la moneda única no se puede crear de la noche a la mañana" -decía- tanto por las dificultades técnicas como por los necesarios "esfuerzos de política económica" todavía pendientes. Dos años después, las políticas económicas están mucho más coordinadas, las dificultades técnicas se han encauzado, y se ha ratificado la fecha del 1 de enero del año 1999 hasta la saciedad.

Por eso, el big-bang de otoño sería ahora sólo un mini big-bang: adelantar la fecha de la criba de monedas aptas, mediante un solemne compromiso político de los Quince, a ratificar por las instituciones implicadas (Comisión, IME, Parlamento). Y, quizá, establecer entonces también los tipos de cambio fijos, lo que está previsto hacer dentro de un larguísimo y peligroso plazo, entre primavera de 1998 y enero de 1999, para adelantarse y sorprender a los mercados.

La dificultad técnica es que no existiría aún el Banco Central Europeo que los respaldase. Y, además, ésa sería una muy compleja cumbre jumbo. Pero también lo fue la celebrada en Dublín, cuando el Ecofin y, el Consejo Europeo se reunían día y noche para acordar el Pacto de Estabilidad.

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