"Lo siento, llame al 092"

, El asalto a la marisquería El Faro Vidio, de Majadahonda, pudo significar el fin de la banda de los encapuchados. Nada más irrumpir los pistoleros en el local, un camarero, desde la cocina, cogió un teléfono móvil y marcó el esperanzador 091. La contestación, siempre según los empleados del establecimiento, fue de una brutalidad burocrática: "Lo siento, pero Majadahonda no es jurisdicción de la Policía Nacional. Marque usted, por favor, el 092 [Policía Municipal]".

El camarero, que ya sentía el aliento de las pistolas a menos de tres metros, tecleó entonces el número indicado y...

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, El asalto a la marisquería El Faro Vidio, de Majadahonda, pudo significar el fin de la banda de los encapuchados. Nada más irrumpir los pistoleros en el local, un camarero, desde la cocina, cogió un teléfono móvil y marcó el esperanzador 091. La contestación, siempre según los empleados del establecimiento, fue de una brutalidad burocrática: "Lo siento, pero Majadahonda no es jurisdicción de la Policía Nacional. Marque usted, por favor, el 092 [Policía Municipal]".

El camarero, que ya sentía el aliento de las pistolas a menos de tres metros, tecleó entonces el número indicado y tuvo que escuchar la siguiente respuesta a su petición de ayuda: "Disculpe, debería usted llamar a la Guardia Civil y, en todo caso, debe facilitarnos su número para confirmar la llamada".

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"¡Confirmar la llamada! ¿Será posible? Pero ¿qué querían? ¿Qué le saltasen la tapa de los sesos?, recordaba indignado el gerente del restaurante.

Pero no fue ésa la única oportunidad perdida. Al poco de iniciarse el atraco, un vecino de la avenida de España bajó a comprar tabaco. Al pasar por las cristaleras de la marisquería, echó un vistazo y descubrió a los encapuchados. Inmediatamente, subió a casa y llamó a la policía. Sus movimientos, sin embargo, habían sido advertidos por el ladrón que se había quedado en el coche, quien alertó a sus compinches con un bocinazo. Éstos plegaron velas y se marcharon. El coche desapareció en la noche.

"Lo más sorprendente es que el servicio de ambulancias llegó antes que la Guardia Civil. A mí me parece un escándalo", concluyó el gerente.

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