Llueve sobre mojado

Las advertencias del presidente de la Reserva Federal norteamericana, Alan Greenspan, han conseguido poner nerviosos a los inversores de todo el mundo. Wall Street ha entrado en una fase de alta volatilidad y ayer cerró a la baja ampliando las abultadas pérdidas que sufrió el jueves. El índice Dow Jones de valores Industriales perdió ayer 94,28 puntos y cerró en 6.696,48.Las bolsas europeas han tomado buena nota de la situación. El mercado de valores madrileño cerró la jornada con una pérdida de 10,50 puntos, un 2,21%, y se situó a la cabeza de las pérdidas entre los mercados europeos, de la m...

Las advertencias del presidente de la Reserva Federal norteamericana, Alan Greenspan, han conseguido poner nerviosos a los inversores de todo el mundo. Wall Street ha entrado en una fase de alta volatilidad y ayer cerró a la baja ampliando las abultadas pérdidas que sufrió el jueves. El índice Dow Jones de valores Industriales perdió ayer 94,28 puntos y cerró en 6.696,48.Las bolsas europeas han tomado buena nota de la situación. El mercado de valores madrileño cerró la jornada con una pérdida de 10,50 puntos, un 2,21%, y se situó a la cabeza de las pérdidas entre los mercados europeos, de la misma manera que antes había conseguido el primer lugar en los avances.Una subida tan vertical como la de la bolsa española hacía temer alguna retirada de beneficios importante, pero efectuada dentro de un contexto positivo para los mercados. Ahora las cosas han ido más lejos y el mensaje de Greenspan adquiere otra dimensión.

Las expectativas sobre los tipos de interés, alcistas en Estados Unidos y bajistas en Europa, aunque con matices, trasladan las tensiones hacia los mercados de divisas, pero afectando al conjunto, ya que las diferencias por el tipo de cambio son uno de los alicientes de las inversiones en productos financieros de otros países. En los últimos días, la materialización de beneficios por esta causa es relativamente importante.