Una denuncia ya vista

Las denuncias por extorsiones a restaurantes chinos no son nuevas. Y menos para el dueño del establecimiento de Fuenlabrada. Este hombre ya denunció un caso similar en enero de 1994. Entonces acusó a otro compatriota de haber pretendido cobrarle 300.000 pesetas por una deuda inexistente y en el curso de una pelea haber intentado matar a su esposa. El fiscal, en el juicio, aceptó esta versión y solicitó para el acusado 10 años de cárcel por un presunto delito de homicidio frustrado. La policía, entre bastidores, se sintió satisfecha. De hecho, el denunciante había sido protegido debido a las su...

Las denuncias por extorsiones a restaurantes chinos no son nuevas. Y menos para el dueño del establecimiento de Fuenlabrada. Este hombre ya denunció un caso similar en enero de 1994. Entonces acusó a otro compatriota de haber pretendido cobrarle 300.000 pesetas por una deuda inexistente y en el curso de una pelea haber intentado matar a su esposa. El fiscal, en el juicio, aceptó esta versión y solicitó para el acusado 10 años de cárcel por un presunto delito de homicidio frustrado. La policía, entre bastidores, se sintió satisfecha. De hecho, el denunciante había sido protegido debido a las supuestas y nunca probadas amenazas de muerte que había recibido por parte de la mafia china. La policía, además, insistía en que un primo suyo había sido secuestrado en Móstoles por la citada organizión criminal.Con todos estos factores en contra parecía casi imposible, que el acusado, que desde un principio mantuvo su inocenci, se librase de una condena.

La Audiencia Provincial, sin embargo absolvió al procesado. La sentencia se basaba tanto en la disparidad de las declaraciones de la policía -que impedía probar con certeza que el acusado hubiese querido matar a la mujer- como en que el matrimonio no había dicho la verdad.

Cuando el procesado recuperó la libertad, no recibió ninguna compensación por los ocho meses que había pasado en prisión preventiva.