Una cadena de supermercados vendió en Escocia la carne contaminada que ha matado a 16 personas

La mayoría de las 61 sucursales de la cadena escocesa de supermercados Scotmid ha podido vender carne contaminada con la bacteria E.coli 0157, que se ha cobrado ya 16 vidas en el Reino Unido. Sus responsables insertaron ayer un anuncio en la prensa local aconsejando al consumidor que devolviera o destruyera los productos cárnicos adquiridos antes del 25 de noviembre. John M. Barr, proveedor de la firma, es el carnicero en cuyas instalaciones fue descubierto el foco epidémico.Scotinid decidió advertir a sus clientes de los riesgos que corrían después de mantener que sólo cuatro de sus ti...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La mayoría de las 61 sucursales de la cadena escocesa de supermercados Scotmid ha podido vender carne contaminada con la bacteria E.coli 0157, que se ha cobrado ya 16 vidas en el Reino Unido. Sus responsables insertaron ayer un anuncio en la prensa local aconsejando al consumidor que devolviera o destruyera los productos cárnicos adquiridos antes del 25 de noviembre. John M. Barr, proveedor de la firma, es el carnicero en cuyas instalaciones fue descubierto el foco epidémico.Scotinid decidió advertir a sus clientes de los riesgos que corrían después de mantener que sólo cuatro de sus tiendas habían vendido carne infectada. Aunque la fase álgida del brote ha sido ya superada, los médicos temen ahora el fallecimiento de personas que llevan más de un mes enfermas. Los segundos y terceros contagios, entre familiares, amigos y personal sanitario, tampoco han sido descartados. El Ministerio de Asuntos Escoceses está a punto de recibir los resultados y recomendaciones de la investigación efectuada desde el inicio de la epidemia, en noviembre pasado.

La última víctima oficial ha sido una mujer de 91 años. Como varios de los pensionistas también fallecidos, había comido carne preparada por John M. Barr. Uno de sus caldos, servido en una fiesta organizada en un hogar escocés de ancianos, dio la señal de alarma. Hasta ahora todos los muertos superan los 70 años. Entre los más de 300 afectados hay sin embargo personas de todas las edades. Una enfermera escocesa es la única, asistente sanitaria contagiada al cuidar a estos enfermos.

Archivado En