María Schneider debuta como cantante junto a Cristiano Malgioglio

"Siempre preferí a Visconti o Antonioni que a Bertolucci", afirma la actriz

Es un ritmo discotequero y saltón el que María Schneider ha elegido para debutar como cantante, junto a Cristiano Malgioglio, en un momento de su vida bien lejano de aquel mítico Último tango en París que la hizo inolvidablemente famosa, gracias a la mano experta de Bernardo Bertolucci y a las manos pecadoras de MarIon Brando. Han pasado 25 años. Entremedias quedan 38 películas, pero ninguna de ellas le ha dado el eco de su primer trabajo. Queda también una experiencia personal dura, ligada a episodios de droga, según cuentan los periódicos, y_una gran voluntad de seguir adelante.

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Es un ritmo discotequero y saltón el que María Schneider ha elegido para debutar como cantante, junto a Cristiano Malgioglio, en un momento de su vida bien lejano de aquel mítico Último tango en París que la hizo inolvidablemente famosa, gracias a la mano experta de Bernardo Bertolucci y a las manos pecadoras de MarIon Brando. Han pasado 25 años. Entremedias quedan 38 películas, pero ninguna de ellas le ha dado el eco de su primer trabajo. Queda también una experiencia personal dura, ligada a episodios de droga, según cuentan los periódicos, y_una gran voluntad de seguir adelante.

El tiempo ha dejado huellas en el rostro de María, que ha estado en Roma para presentar De nuevo tú, la canción que interpreta junto a Cristiano Malgioglio, cantautot italiano que ha colaborado con Mina, con Roberto Carlos, con Paloma San Basilio, con Bertín Osborne, y que es autor de En privado, Popularizada por The Pets Show Boys. De nuevo tú es el primer corte de un disco compacto con 10 temas que, por lo demás, Caprioglio interpreta solo y en castellano.Dos profundas ojeras marcan hoy el rostro de la menuda protagonista del célebre tango parisino, que recupera su ex presión infantil cuando irrumpe una sonrisa que le reanima los ojos. "Mi carrera no ha terminado. Yo me siento estupendamente, tengo más expresión que a los 20 años, pero el problema es que el cine de hoy está abierto sólo a las jovencitas. No hay papeles para una mujer de entre 40 y 60 años. Philipe Noiret no deja de trabajar, pero una mujer a esa edad tiene problemas. Eso hace que me sienta feminista en lo cotidiano", dice María Schneider.

Entre sus últimos trabajos destaca la participación en Jane Ayre, de William Hurt, hace unos dos años; en Cercasi Gesú, de Franco Zeffirelli, y en Something to believe in, de John Hough. Dice que le gusta en Italia Giuseppe Tornatore, que Pedro Almodóvar le ha convencido con La flor de mi secreto -"las anteriores eran demasiado kitsch", añade,pero que el cine actual que encuentra "más profundo" es el de Neil Jordan y el del australiano Scott Hicks, que acaba de estrenar Shine.

Lejos de 'El tango'

María se siente, en cualquier caso, muy lejos de la obra de Bertolucci. "Siempre me gustaron más Visconti, Antonioni o Rosellini", dice. "El tango forma parte de la historia del cine, y es positivo haber hecho algo por lo que la gente te recuerde. Pero, después, trabajé en Profesión reporter con Antonioni, y esa película, como La baby sitter, con René Clement, están mucho más en la línea de lo que me gusta".Con el autor de La estrategia de la araña, El inconformista y Novecento nunca ha vuelto a tener contacto. "No era mi amigo", explica. Tampoco ha vuelto a saber de Brando. "Pobrecito", comenta, "lo digo por lo de la hija, claro".

En el plano estrictamente personal, dice que se siente "serena", y en el político se declara "gaullista de toda la vida". "Yo voté a Chirac y tengo confianza", añade, "aunque hay que esperar porque, tras 15 años de Mitterrand, con todas esas obras faraónicas e inútiles, como el teatro de la Bastilla o la pirámide del Louvre, hay que dar tiempo para que la cosas mejoren".

De España recuerda estancias infantiles en Madrid y los veraneos en San Vicente de la Barquera, con el marido de su madre, que era escenógrafo. De su padre, el actor Daniel Gelin, dice que sigue bien y trabajando. Apenas le ha tratado. Le conoció a los 15 años.

"¿De nuevo tú? No me sorprende, tú lo sabes. ¿Pero no dijimos nunca más? ¿Y cómo estás?, pregunta ella. ¿Estás como yo? Se me escapa la risa". Un ritmo crudo de bacalao envuelve el suave recitado de María Schneider.

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