Multado un ganadero por lidiar un toro con rabo postizo
La Delegación de Gobernación de la Junta de Andalucía en Córdoba ha multado con 25.000 pesetas al ganadero Daniel Ruiz por lidiar en el coso de la capital cordobesa un toro con rabo postizo. El toro en cuestión, de nombre Dulzón, se lidió el 31 de marzo de este año, saltó en segundo lugar y le correspondió a Finito de Córdoba. Completaban la terna Enrique Ponce y Rivera Ordóñez.Durante el reconocimiento de las reses previo a la corrida y en la lidia, nadie se percató del añadido. Fue en el desolladero donde se comprobó que el toro tenía amputado el rabo por su tercio medio, al que se co...
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La Delegación de Gobernación de la Junta de Andalucía en Córdoba ha multado con 25.000 pesetas al ganadero Daniel Ruiz por lidiar en el coso de la capital cordobesa un toro con rabo postizo. El toro en cuestión, de nombre Dulzón, se lidió el 31 de marzo de este año, saltó en segundo lugar y le correspondió a Finito de Córdoba. Completaban la terna Enrique Ponce y Rivera Ordóñez.Durante el reconocimiento de las reses previo a la corrida y en la lidia, nadie se percató del añadido. Fue en el desolladero donde se comprobó que el toro tenía amputado el rabo por su tercio medio, al que se cosió uno de otro animal, según consta en el expediente abierto al ganadero. Daniel Ruiz ha recurrido esta sanción, que es la más alta de aplicación por modificar las características zootécnicas de las reses.
Es firme, en cambio, la sanción de tres millones de pesetas que ha impuesto la Junta de Andalucía al mismo ganadero por lidiar en esa corrida de Córdoba un toro afeitado, de nombre Almendrito, saltó en tercer lugar y lo toreó Rivera Ordóñez. Esta multa lleva aparejada la suspensión de tres meses para lidiar en Andalucía. Como la sanción entró en vigor el 1 de octubre pasado, el ganadero podrá cumplirla fuera de temporada.
La Delegación de Gobernación ha multado también a Finito de Córdoba con 100.000 pesetas por pedir el cambio de tercio de varas cuando uno de sus toros recibió un solo puyazo, después de haber sido advertido por el presidente en tres ocasiones para que no lo hiciera.