Verdes se lleva su obra 'El mito de la caverna' del Museo de Jaén

El pintor José Luis Verdes empezó ayer a desmontar su obra El mito de la caverna para llevársela del Museo Provincial de Jaén después, de haber ganado una larga batalla legal con el Ministerio de Cultura, que le reconoce como propietario de su obra. El destino provisional será un almacén de Madrid, aunque el pintor ha. establecido ya. Contactos con el Centro de Arte Reina Sofía para que pueda exhibirse en sus salas. La obra que ahora sale de Jaén tiene una compleja constitución que necesita un montaje eléctrico especial y un espacio expositivo de 200 metros cuadrados. Precisamente la ma...

El pintor José Luis Verdes empezó ayer a desmontar su obra El mito de la caverna para llevársela del Museo Provincial de Jaén después, de haber ganado una larga batalla legal con el Ministerio de Cultura, que le reconoce como propietario de su obra. El destino provisional será un almacén de Madrid, aunque el pintor ha. establecido ya. Contactos con el Centro de Arte Reina Sofía para que pueda exhibirse en sus salas. La obra que ahora sale de Jaén tiene una compleja constitución que necesita un montaje eléctrico especial y un espacio expositivo de 200 metros cuadrados. Precisamente la mala conservación en el museo ha provocado continuas críticas de Verdes. "La sensación que me produce ver salir esta obra es de tristeza, porque una obra cuando sale del estudio es para que esté expuesta, no para que esté « embalada. Realmente será una pesadilla hasta que la vuelva a ver en un espacio público".Las acciones legales del pintor se iniciaron a raíz de un decreto del ex director general de Cultura, Antonio Luzón, por el que la propiedad de la obra pasaba a. ser del Ministerio. "Cuando cedes una obra, la dejas para mostrarla sin cobrar nada, y encima te dicen que esa obra te la quitan, hacen que como pintor me sienta muy mal", explicó.

Ahora Verdes está abierto a cualquier negociación con el nuevo equipo de Cultura para exponer su obra, que fue galardonada en la Bienal de Sao Paulo en 1975. "Que el Estado pretendiera quedarse con la obra no está bien. De todos modos no hay resentimiento. La responsabilidad fue del equipo de la anterior ministra, Carmen Alborch, no del actual, al que ni tan siquiera echo la culpa de lo que pasó. Simplemente hicieron un acto irresponsable".