SANIDAD

Un estado alemán pide autorización para vender hachís en las farmacias

La iniciativa de legalizar la venta de hachís y otros derivados del cannabis, adoptada en su última reunión por el Gobierno de Schleswig-Holstein (al norte de Alemania), ha reabierto la vieja polémica sobre la eficacia de tales medidas en la lucha contra el tráfico de drogas y la adicción. El Gobierno de este land ha decidido solicitar permiso al Instituto Federal del Medicamento, con sede en Berlín, para poder ofrecer al público, en condiciones restringidas, hachís y otros derivados del cannabis en un intento de frenar el mercado negro de la droga y el cambio de los consu...

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La iniciativa de legalizar la venta de hachís y otros derivados del cannabis, adoptada en su última reunión por el Gobierno de Schleswig-Holstein (al norte de Alemania), ha reabierto la vieja polémica sobre la eficacia de tales medidas en la lucha contra el tráfico de drogas y la adicción. El Gobierno de este land ha decidido solicitar permiso al Instituto Federal del Medicamento, con sede en Berlín, para poder ofrecer al público, en condiciones restringidas, hachís y otros derivados del cannabis en un intento de frenar el mercado negro de la droga y el cambio de los consumidores de estos productos a drogas más peligrosas.La propuesta plantea, sin embargo, y como el propio Gobierno reconoce, algunos problemas técnicos, además del legal, ya que el Estado no quiere convertirse en productor de cannabis y pretende adquirirlo legalmente. Para la venta, el Gobierno regional propone que se efectúe en las farmacias "en bolsas de medio gramo y con un precio un poco más caro que el del mercado negro", para evitar que pueda revenderse ilegalmente.

Las asociaciones de farmacéuticos han expresado ya su rechazo total a convertirse en ex vendedores de hachís. El ministro federal del Interior, Manfred Kanter, también ha hecho público su rechazo a la iniciativa, porque, según su versión, "aumentaría el consumo al incrementarse su disponibilidad".

Schleswig-Holstein quiere que su plan tenga carácter experimental durante cinco años y propone una edad mínima de 16 años para poder adquirir los derivados del cannabis.

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