Para dejarse llevar

Axel Boisen es un ex crítico musical danés que no ha dudado a la hora de tirarse al barro -es un decir- siguiendo la estela del genial Mick Flowers. Su puesta en escena recuerda también los días felices del pop más televisivo, allá en algún mítico momento de los años sesenta. El grupo lo forman cuatro músicos atildados -con trajes y flequillos- y dos espectaculares rubias nórdicas. El repertorio incluye homenajes pasados por el tamiz Bacharach, éxitos comerciales que no fueron bien acogidos en el mercado danés: aquel dichoso Scatman de hace unos años; o el pegajosísimo Saturday night, q...

Axel Boisen es un ex crítico musical danés que no ha dudado a la hora de tirarse al barro -es un decir- siguiendo la estela del genial Mick Flowers. Su puesta en escena recuerda también los días felices del pop más televisivo, allá en algún mítico momento de los años sesenta. El grupo lo forman cuatro músicos atildados -con trajes y flequillos- y dos espectaculares rubias nórdicas. El repertorio incluye homenajes pasados por el tamiz Bacharach, éxitos comerciales que no fueron bien acogidos en el mercado danés: aquel dichoso Scatman de hace unos años; o el pegajosísimo Saturday night, que reventó las pistas de baile de todo el mundo. Y hay revisiones de éxitos de vecinos ilustres, como Ace of Base o Roxette, y, retrocediendo más en el tiempo, una descacharrante recreación del Give it up, de los antediluvianos K.C. & The Sunshine Band.Del espectáculo de Axel Boys Quartet, lo único lamen table es que lleven la mayor parte del sonido pregrabado. Por lo demás, verlos es una experiencia francamente di vertida. La gente baila hasta agarrado y lo pasan fenomenal, como en los guateques. No hay excesivo ruido y todo el mundo es guapo y feliz. Grupo ideal para dejar la crispación en el guardarropas y dejarse llevar.