"La música para mí no entra en esquemas comerciales", dice Prince

(NYT) Prince, el músico de 38 años que ahora escribe su nombre con un jeroglífico, lanza hoy en una campaña mundial el primero de sus discos desde su "liberación" de su anterior contrato discográfico, que le hizo aparecer con la palabra esclavo pintada en el rostro. Como podría preverse, el nuevo trabajo se titula Emancipation, y con él parece haber dejado suelto al compositor de sus primeros tiempos. "La música, para mí, no entra en ningún esquema comercial", afirma en una de las pocas entrevistas que suele conceder. "Cuando alguien quiere imponer límites está luchando contra la inspiración"....

(NYT) Prince, el músico de 38 años que ahora escribe su nombre con un jeroglífico, lanza hoy en una campaña mundial el primero de sus discos desde su "liberación" de su anterior contrato discográfico, que le hizo aparecer con la palabra esclavo pintada en el rostro. Como podría preverse, el nuevo trabajo se titula Emancipation, y con él parece haber dejado suelto al compositor de sus primeros tiempos. "La música, para mí, no entra en ningún esquema comercial", afirma en una de las pocas entrevistas que suele conceder. "Cuando alguien quiere imponer límites está luchando contra la inspiración".

Prince inicia una nueva etapa como músico con este triple álbum de 36 temas. Un trabajo financiado y comercializado por el propio artista en su pequeño sello NPG y distribuido mundialmente por EMI. "Cada reto demanda más que el anterior", dice, "pero yo me encuentro en una situación en la que puedo hacer lo que me dé la gana".Tiene la mirada clara y seria, habla en voz baja en una conversación que se mueve entre lo pragmático, destellos de excentricidad y eventuales alusiones a su fe en Dios. Los temas de Emancipation hacen referencia a sus intereses habituales: el sexo, la salvación espiritual o ir de marcha toda la noche, además de alguno nuevo como navegar por Internet. El disco tiene baladas, riffs rockeros, ritmos funky, encuentros con el latin jazz y cortes de música electrónica. "La gente podrá decir que es un batiburrillo y eso me parece bien. Yo toco varios estilos y eso no lo digo con arrogancia, es la verdad. Cualquier cosa que hagas todos los días, la llegas a dominar en algún momento" .

"Como yo toco todos los instrumentos, puedo inyectarle a cada uno de los instrumentistas toda la alegría que siento", añade. "Habla siempre la exuberancia del mismo espíritu".

Mientras muchos artistas sufren para poder componer lo suficiente para lanzar un álbum al año, Prince no tiene ese problema. No para de crear nuevos temas y tiene cerca de un millar de canciones inéditas. "A veces las ideas vienen tan rápidas que tengo que dejar de escribir una canción para ponerme con otra. Pero no me olvido de la anterior. Si funciona, se quedará siempre ahí. Es como la verdad: va a tu encuentro y te eleva. Y si no es auténtica se disolverá como la arena en la playa".

Sus problemas con Warner, su anterior discográfica, se debieron a diferencias de criterio sobre la administración de su carrera. Un músico tan productivo se negaba a entrar en los esquemas de un álbum al año, varios singles para reforzarlo y remezclas de algún tema. "El contrato que teníamos con Warner no funcionaba. Ellos son lo que son y yo soy lo que soy. Cuanto más profundo te hundes en ese foso, es más difícil salir".

"La música para mí no entra en ningún esquema comercial", dice Prince. "No sé cuándo va a venir y, cuando viene, la dejo salir. La música ha sido creada para elevar el alma de las personas y tratar de sacar lo mejor de una mala situación. Cuando te sientas a escribir algo, no hay guías que seguir. La pregunta no es: ¿de cuántas formas puedo llegar a vender esto? Eso está muy lejos del verdadero espíritu de la música. La música nace libre, con sólo un destello de inspiración. Cuando alguien quiere imponer límites está luchando contra esa inspiración".