cinco pianistas entre 5.000
Una joven pianista le pide consejo a Georg Solti, también pianista además de director. "No se preocupe, si es usted buena, lo conseguirá; si no, no", le responde el músico. "En cualquier caso, no se preocupe. Habré hablado con 5.000 pianistas a lo largo de mi carrera. De ellos, sólo cinco han podido impresionar al mundo, no diré cuáles. Si usted está entre esos cinco, no se preocupe. Si está en el resto del grupo, preocúpese, pero sólo un poco. Y siga intentándolo".A un espectador reticente con la música contemporánea Solti le explica que hay que mantener la mente abierta. "Se puede entrar", a...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Una joven pianista le pide consejo a Georg Solti, también pianista además de director. "No se preocupe, si es usted buena, lo conseguirá; si no, no", le responde el músico. "En cualquier caso, no se preocupe. Habré hablado con 5.000 pianistas a lo largo de mi carrera. De ellos, sólo cinco han podido impresionar al mundo, no diré cuáles. Si usted está entre esos cinco, no se preocupe. Si está en el resto del grupo, preocúpese, pero sólo un poco. Y siga intentándolo".A un espectador reticente con la música contemporánea Solti le explica que hay que mantener la mente abierta. "Se puede entrar", afirma. "Pero para ello hay que ir en progresión, y no empezar con Stockhausen o Berio sino con Alban Berg o Schoenberg, o incluso con otros que no son tan influyentes pero que sirvieron de puente. Y hay que escucharlos dos veces. Con los oídos abiertos. Hoy todo. está grabado, se puede comprar un disco o escuchar una obra por la radio. Pero hay que dedicar dos audiciones como mínimo a cada obra actual. Si, a pesar de todo, no le gusta, no pasa nada. Pero inténtelo".
A la pregunta de cuál debe ser el modelo de una orquesta actual, si con directores permanentes o invitados, Solti responde: "Ambos. Las buenas orquestas deben tener directores permanentes, pero no sólo eso. En los 22 años que estuve con la de Chicago dedicaba una veintena de semanas a la orquesta, y durante 18 la dirigían otros directores. Y si son buenos inspiran a la orquesta".