La alianza antitalibán lanza una fuerte ofensiva a las puertas de Kabul

La alianza antitalibán lanzó ayer una fuerte ofensiva al norte de Kabul en la que participó el grueso de la artillería pesada del general uzbeko Abdul Rashid Dostum, con el apoyo de sus bombarderos. Sin embargo, al término de una jornada de intensos combates, las milicias talibanes permanecían firmes en sus puestos del paso de Deh Sabz, 25 kilómetros al norte de Kabul, de gran importancia estratégica por ser la última barrera natural para acceder a la capital afgana.

Un par de aviones de Dostum bombardearon tres veces Kabul el sábado y volvieron a atacar la capital afgana ayer. Sin emba...

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La alianza antitalibán lanzó ayer una fuerte ofensiva al norte de Kabul en la que participó el grueso de la artillería pesada del general uzbeko Abdul Rashid Dostum, con el apoyo de sus bombarderos. Sin embargo, al término de una jornada de intensos combates, las milicias talibanes permanecían firmes en sus puestos del paso de Deh Sabz, 25 kilómetros al norte de Kabul, de gran importancia estratégica por ser la última barrera natural para acceder a la capital afgana.

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Un par de aviones de Dostum bombardearon tres veces Kabul el sábado y volvieron a atacar la capital afgana ayer. Sin embargo, el mayor ataque se concentró sobre las posiciones talibanes en el paso de Deli Sabz. En medios diplomáticos se asegura que el general uzbeko quiso utilizar primero sus aeronaves para que quedase constancia internacional de que no hay acuerdo de alto el fuego posible con los talibanes. Con ello revelaba también la firmeza de la alianza antitalibán y la disposición de combatirla hasta su exterminio.Un portavoz de Dostum declaró que los bombardeos de Kabul, que causaron importantes daños materiales, aunque no hubo que lamentar víctimas, se llevaron a cabo "en nombre del Consejo Supremo para la Defensa de Afganistán". Ese consejo lo forman los hombres de Dostum, el Ejército del Gobierno derrocado bajo el mando del ex ministro de Defensa general Ahmed Sha Masud, la guerrilla shií y la del nacionalista moderado Gailani.

Mientras tanto, los kabulíes hacían balance ayer del primer mes bajo control de los estudiantes islámicos. Para una gran parte de las mujeres, es negativo, a pesar de que con el paso de los días se han suavizado las estrictas reglas que las conminaban a encerrarse en casa. A muchas se les ha permitido volver a sus puestos de trabajo, pero escondidas bajo los burkas (faldones que las tapa de la cabeza a los pies con un minúsculo calado para los ojos). Otros kabulíes, sin embargo, aseguran, como el comerciante Mohammed Aslam, que la vida en la capital afgana "nunca ha sido meJor". Y es que los talibanes han puesto fin a la corrupción, el robo y la extorsión que convertían en una hazaña el sobrevivir en Kabul.

La ONU volvió a intentar ayer activar las conversaciones de alto el fuego, y su enviado especial para Afganistán, Norbert Holl, voló desde Pakistán a la base occidental de Shibergan, en Poder de Dostum, con quien tenía previsto entrevistarse. Dependiendo del resultado de su conversación, Hoi viajaría a Kandahar, feudo de los talibanes y en donde se encuentra el máximo jefe de éstos, el mulá Mohammed Omar.

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