Los colonos de Hebrón amenazan con un baño de sangre

El panfleto fue concebido en hebreo, pero ha sido redactado en árabe porque lo que quieren los colonos judíos de Hebrón es aterrorizar a la población palestina. El día que se marchen las tropas israelíes, dice, los colonos armados saldrán a las calles y habrá "un baño de sangre". El texto, obra de los más furibundos y racistas judíos de Hebrón, está firmado por una oscura organización que se autodenomina Amigos del Héroe Baruch Goldstein, el extremista norteamericano judío autor de la matanza de 29 palestinos en la mezquita de Ibrahim en 1994.Amenazas como ésa caldean aún más el de por sí expl...

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El panfleto fue concebido en hebreo, pero ha sido redactado en árabe porque lo que quieren los colonos judíos de Hebrón es aterrorizar a la población palestina. El día que se marchen las tropas israelíes, dice, los colonos armados saldrán a las calles y habrá "un baño de sangre". El texto, obra de los más furibundos y racistas judíos de Hebrón, está firmado por una oscura organización que se autodenomina Amigos del Héroe Baruch Goldstein, el extremista norteamericano judío autor de la matanza de 29 palestinos en la mezquita de Ibrahim en 1994.Amenazas como ésa caldean aún más el de por sí explosivo ambiente de Hebrón. "Te apuesto a que en cuanto se vayan los soldados israelíes hay otra matanza", decía un ingeniero palestino que afirma estar convencido de que los colonos van a precipitar una crisis para forzar a aplazar el repliegue parcial, cuya aplicación se negocia frenéticamente en Jerusalén.

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Una medida de la violencia y el rencor que se fermenta en los asentamientos la dio el martes un extremista judío de 19 años, que arrojó una taza de té hirviendo a la cara de la parlamentaria izquierdista israelí Yael Dayán, hija del héroe nacional Moshe Dayán. Para muchos de los colonos de Hebrón, legisladores liberales como Dayán merecen el mismo tratamiento salvaje que reservan para cualquier árabe. El ataque contra Dayán se produjo ante las narices de policías y soldados israelíes. Misteriosamente, el atacante no fue detenido.

"La violencia vuelve. Sólo una distancia mínima separa este acto de clara violencia física del uso de armas carga das, tan mínima como el al cance del arma que disparó contra Isaac Rabin", denunciaba ayer la primera página del diario Yedioth Ahronoth.

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