Absentismo

Qué pena, porque el grupo Freak Power representa el ala más lúdica, festiva y asimilable de la corriente londinense acid-jazz. Pena porque se les veía cansados, pena porque el calvo Ashley Slater andaba escasito de voz y cantó gran parte del repertorio alterando, para su mayor comodidad, las melodías originales de sus propias canciones; porque el sonido fue bastante lamentable, sin matices y falto de brillo. Pena porque Freak Power bajó el listón cuya altura ellos mismos habían establecido.Venían esta vez a presentar su segundo álbum, More of everything for everybody, en el que l...

Qué pena, porque el grupo Freak Power representa el ala más lúdica, festiva y asimilable de la corriente londinense acid-jazz. Pena porque se les veía cansados, pena porque el calvo Ashley Slater andaba escasito de voz y cantó gran parte del repertorio alterando, para su mayor comodidad, las melodías originales de sus propias canciones; porque el sonido fue bastante lamentable, sin matices y falto de brillo. Pena porque Freak Power bajó el listón cuya altura ellos mismos habían establecido.Venían esta vez a presentar su segundo álbum, More of everything for everybody, en el que la banda freaky de su primer Drive thru booty ha tomado tintes elegantes que les acercan irremediablemente al Prince más feliz o a Steely Dan. Pero todo eso no se reflejó en esta actuación cansina. A pesar de ello, el público que abarrotaba la sala agradeció los temas más conocidos del grupo pero éstos sonaban reumáticos, como tocados con desgana. El grupo parecía estar a miles de kilómetros de allí, en una suerte de absentismo artístico que, tratándose de un grupo tan vital y divertido siempre es una lástima.