La Sinfónica de Tenerife ofrece dos conciertos en Londres

La Orquesta Sinfónica de Tenerife superó con solvencia la prueba de fuego de Londres. Fue valiente en la concepción de los dos programas, con música exclusivamente del siglo XX, y encontró en Roberto Gerhard su tarjeta de identidad. La versión que ofreció anteayer de la Tercera sinfonía (Collages) fue primorosa, con un juego de transparencias tímbricas y un control estructural asombrosos.De la mano de Víctor Pablo Pérez, cada vez más dominador y a la vez más artista, la Sinfónica de Tenerife acudió a Londres con sencillez y sin ningún tipo de complejos. Solamente así se explica que al l...

La Orquesta Sinfónica de Tenerife superó con solvencia la prueba de fuego de Londres. Fue valiente en la concepción de los dos programas, con música exclusivamente del siglo XX, y encontró en Roberto Gerhard su tarjeta de identidad. La versión que ofreció anteayer de la Tercera sinfonía (Collages) fue primorosa, con un juego de transparencias tímbricas y un control estructural asombrosos.De la mano de Víctor Pablo Pérez, cada vez más dominador y a la vez más artista, la Sinfónica de Tenerife acudió a Londres con sencillez y sin ningún tipo de complejos. Solamente así se explica que al lado de Gerhard ofreciese dos obras de Ravel, un compositor con el que los mínimos defectos quedan inmediatamente al descubierto.

Superaron los canarios el riesgo con seguridad, apoyándose en una impecable concentración, en el diálogo equilibrado entre las diferentes familias sonoras, y en la inspirada prestación de los violines. Los conciertos de Londres del 1 y 2 de octubre ya tienen un lugar de honor en la vida orquestal española. Con una u otra combinación, se repetirán mañana en Madrid, el domingo en Sevilla y el martes en San Sebastián.