El famoso 'COU de 62'

Las nuevas directrices de Educación masificada los turnos de noche

El aula de COU Z del instituto Giner de los Rios de Alcobendas (87.000 habitantes) ostenta el récord de alumnos del municipio con 62 matriculados para el curso nocturno de ciencias puras. Es la punta del iceberg de las nuevas directrices marcadas por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), que permiten para los cursos nocturnos un número de alumnos por profesor de 50 a 55, frente a los 40 o 45 de años anteriores.Según un portavoz sindical del profesorado, se trata de una "barbaridad" que pretende acabar con la enseñanza nocturna. Algunos estudiantes se preguntan cómo van a poder "enterars...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El aula de COU Z del instituto Giner de los Rios de Alcobendas (87.000 habitantes) ostenta el récord de alumnos del municipio con 62 matriculados para el curso nocturno de ciencias puras. Es la punta del iceberg de las nuevas directrices marcadas por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), que permiten para los cursos nocturnos un número de alumnos por profesor de 50 a 55, frente a los 40 o 45 de años anteriores.Según un portavoz sindical del profesorado, se trata de una "barbaridad" que pretende acabar con la enseñanza nocturna. Algunos estudiantes se preguntan cómo van a poder "enterarse" con tal cantidad de compañeros apiñados en el aula. "Pienso que deberían ponernos en dos grupos, es algo de pura lógica", argumenta Paloma Benito, de 21 años.

"Es verdad que en el turno de noche siempre falla gente a lo largo del curso, pero puedo asegurar que los resultados de los 35 o 40 que pueden acabarlo son buenos", afirma la tutora del aula, Emilia Zaragoza, quien se opone a la masificación del turno."Y si algún día nos da por venir a todos, ¿qué?",, se pregunta Sonia Fernández, de 22 años, una de las alumnas del que ya se conoce como el famoso COU de 62. De momento la clase tiene 45 asientos y el pasado viernes faltó sitio para tres personas. La tutora no sabe cómo va a responder el alumnado, pero de momento probarán sólo con 45 pupitres.

Para Ricardo Montoya, jefe de estudios del centro, la función social del turno de noche es importantísima porque reengancha a los estudios a gente que los abandonó en la adolescencia y que no podría hacerlo en otro horario. "Si uno de cada cuatro alumnos del turno es capaz de acabar sus estudios, creo que ya es un logro que justifica estas clases, a veces poco valoradas", opina Montoya.

Desde la subdirección territorial del MEC en la zona norte se habla de "poner un nuevo profesor y otra aula" si se mantiene la asistencia masiva de alumnos durante al menos dos meses. "Manejamos estudios que nos indican que en el mes de enero las cifras de asistencia a los turnos de noche caen estrepitosamente. Hay alumnos que utilizan su matrícula en un centro para otros fines y, sencillamente, no van a clase. No podemos arriesgarnos a poner más clases nocturnas en el Giner de los Ríos para encontrarnos con grupos de 12 o 15 a final de año", señala Agustín Velasco, subdirector del MEC en la zona. Al subdirector no le parece extraño que puedan darse grupos tan numerosos este curso: "Nos comprometemos a mejorar la situación si los alumnos responden positivamente hasta finales de este año".

En los cursos inferiores el número es de hasta 35 alumnos por clase, frente al máximo de 30 propugnado por la LOGSE.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En