La iglesia española exige que no se retroceda en el Estado de bienestar

Los obispos denuncian la precariedad laboral en su Congreso sobre la Pobreza

La iglesia española, que ayer cerró en Madrid su Congreso sobre la Pobreza, ha exigido en un documento que "los compromisos del Estado de bienestar se cumplan con fidelidad y no se retroceda en los beneficios sociales ya conseguidos, sino que se avancen y profundicen". La economía de mercado y su negativo saldo sobre el desempleo y la precariedad laboral ha sido el tema estrella de este Congreso organizado por la Conferencia Episcopal. Si se repartiera la riqueza, dicen los obispos, no habría pobres en el mundo. De ahí que el documento concluya también que escandaliza la misma permanencia de l...

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La iglesia española, que ayer cerró en Madrid su Congreso sobre la Pobreza, ha exigido en un documento que "los compromisos del Estado de bienestar se cumplan con fidelidad y no se retroceda en los beneficios sociales ya conseguidos, sino que se avancen y profundicen". La economía de mercado y su negativo saldo sobre el desempleo y la precariedad laboral ha sido el tema estrella de este Congreso organizado por la Conferencia Episcopal. Si se repartiera la riqueza, dicen los obispos, no habría pobres en el mundo. De ahí que el documento concluya también que escandaliza la misma permanencia de la pobreza, que ésta es hoy evitable y que, por tanto, es "éticamente culpable".

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El neoliberalismo, la fragmentación del mercado laboral y la precariedad del empleo han ocupado un lugar destacado en la declaración final del congreso al que han asistido un millar largo de participantes de todas las diócesis, congregaciones religiosas y Cáritas. "Constatarnos", dice el documento, "la segmentación del mercado laboral, que está consolidando entre nosotros una dualización social: mientras aquellos que disfrutan de empleos estables y bien remunerados viven cada vez mejor, otros muchos carecen de trabajo, viven bajo el miedo de perderlo o bien se ven obligados a aceptar empleos precarios con escasa o nula proteccion social".Alguno de los ponentes, como Luis González-Carvajal, profesor del Instituto Superior de Pastoral de Madrid, abogó por la reducción de la jornada laboral como uno de los sistemas para redistribuir la riqueza principal: el trabajo. La doctrina oficial no va tan lejos. "Yo no me atrevería a aconsejar una medida tan concreta. Esa cuestión compete a los políticos", dijo el presidente de la Conferencia Episcopal Elías Yanes. "Lo que nosotros sí denunciamos es que no es aceptable que el beneficio sea el único motor del mercado laboral".

En el documento la iglesia denuncia "el escándalo y la vergüenza" que supone la persistencia de la pobreza, que califica de "éticamente culpable". Sobre ello, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y obispo de Vic, José María Guix, apuntó a los Gobiernos como principales culpables, ya que ellos poseen la facultad de destinar, por ejemplo, menos dinero a armas.

Apertura y 0,7%

Yanes reconoció ayer que quizá haya razones para tachar a la iglesia de conservadora en cuanto a su doctrina sobre el matrimonio y el sexo, pero rechazó el calificativo para otros asuntos. Para demostrarlo, el documento alude como en un guiño al emblemático porcentaje del 0,7% -muchas ONG y la ONU piden que tal porcentaje del PIB se destine a cooperación con los países más necesitados- "Proponemos que toda comunidad, institución o grupo de pastoral caritativa y social", dice el documento, "destine al menos el 0,7% de los fondos que gestiona para compartir con instituciones sociocaritativas del Tercer Mundo".Según Pablo Martín, secretario general de Cáritas Española, la iglesia española supera con creces tal porcentaje. "Es difícil hacer un cálculo, pero yo diría que, añadiendo a nuestra acción caritativa los programas evangalizadores en el Tercer Mundo, estamos en el l5%".

Otro de los puntos clave del congreso ha sido la vocación de apertura de la iglesia española en este ámbito. La declaración propone colaborar con otras organizaciones sociales, confesiones religiosas o instituciones públicas y su mensaje, como advierte José María Guix, es similar al de la Conferencia Mundial de Desarrollo Social de Copenhague organizada por la ONU en marzo de 1995.

Este congreso de la Conferencia Episcopal Española ha sido un evento interno, con poca participación exterior, aunque han asistido como invitados los principales sindicatos y algún miembro de la Administración. "Lo necesitábamos", explica Fernando Fuente, coordinador general del mismo. "Tenernos tal pluralidad de acciones que necesitamos un marco común para saber cómo actuar. En el futuro veremos cómo coordinamos nuestra acción con otras fuerzas sociales".

"Claro que somos cada vez menos religiosas", dice María Luz Galván, secretaria general de Confer. "Pero para luchar contra la pobreza lo importante no son las creencias, sino que haya más gente trabajando".

Según datos de Cáritas, probablemente la organización española que mejor ha analizado la pobreza en España, en este país hay ocho millones de pobres, es decir que disponen de una renta inferior al 50% de la renta media y que en España se sitúa en las 42.800 pesetas mensuales. De ellos, 1,2 millones son pobres severos, es decir, que disponen de menos de 21.400 pesetas. Este último segmento se ha reducido en favor del primero.

España es, según la ONU, uno de los países donde las distancias entre ricos y pobres es menor. A nivel mundial, tal distancia se ha triplicado en los últimos 30 años. Hoy, 358 multimillonarios poseen lo mismo que los 2.300 millones de personas más pobres del mundo.

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