De siervas a ciudadanas"
Irma y sus 13 años tan tímidos calzados en botas rojas y pantalón de cuadros se quedó ayer extasiada cuando la comandante Julia Manzanal, de 81 años, tomó el micrófono con el puño derecho pegado a la cabeza, la. insignia militar en la solapa, el cardado rubio cuidado y espetó: "Salud a todos y a todas".Una guerra, nunca más, dijo la única comisario político que hubo en la contienda. Siempre enérgica y política, se despidió al grito de "¡viva la República, y que, la volvamos a tener!".
Su camarada Juana Doña, 77 años, comunista convencida, diría después, entre rostros de todas las...
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Irma y sus 13 años tan tímidos calzados en botas rojas y pantalón de cuadros se quedó ayer extasiada cuando la comandante Julia Manzanal, de 81 años, tomó el micrófono con el puño derecho pegado a la cabeza, la. insignia militar en la solapa, el cardado rubio cuidado y espetó: "Salud a todos y a todas".Una guerra, nunca más, dijo la única comisario político que hubo en la contienda. Siempre enérgica y política, se despidió al grito de "¡viva la República, y que, la volvamos a tener!".
Su camarada Juana Doña, 77 años, comunista convencida, diría después, entre rostros de todas las edades y entre sus propias caras pegadas a las paredes, que la Segunda República convirtió a las mujeres de siervas en ciudadanas.
Irma, la adolescente, hija de una de las propietarias de la Libreríade Mujeres, organizadora del evento, pensó que qué valientes eran esas señoras mayores de las que le separaban más de medio siglo, una terrible guerra y demasiado dolor.
"¡Qué suerte tienes!", le dijo Rosario, La Dinamitera, a la chiquilla. "Qué suerte -y movía su muñón en el brazo derecho, producto de la explosión de una bomba casera que fabricaba- de no vivir una guerra. Todo lo destroza".Seis mujeres republicanas. Bar Oliver. Almirante, 1.2 (metro Chueca). Todos los, días, de 19.30 a 3.00, excepto domingos. Hasta el 8 de octubre.