Crítica:MÚSICA

Los jóvenes abren la temporada

Los jóvenes inauguraron la noche del viernes la temporada musical madrileña. Se trataba de presentar en Madrid a los más recientes premios de Juventudes Musicales Españolas (JME), entidad que desde hace ya casi medio siglo mantiene con eficacia estas competiciones y encuentros extensivos a todas las especialidades instrumentales. Basta ojear en el programa la larga lista de galardonados para encontrarnos con nombres hoy muy prestigiosos. Lo serán, sin tardar, los artistas escuchados anteayer: el pianista Daniel Ligorio (Martorell, Barcelona, 1975) y el flautista Vicent Morelló (Bétera, Valenci...

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Los jóvenes inauguraron la noche del viernes la temporada musical madrileña. Se trataba de presentar en Madrid a los más recientes premios de Juventudes Musicales Españolas (JME), entidad que desde hace ya casi medio siglo mantiene con eficacia estas competiciones y encuentros extensivos a todas las especialidades instrumentales. Basta ojear en el programa la larga lista de galardonados para encontrarnos con nombres hoy muy prestigiosos. Lo serán, sin tardar, los artistas escuchados anteayer: el pianista Daniel Ligorio (Martorell, Barcelona, 1975) y el flautista Vicent Morelló (Bétera, Valencia, 1970).Actuaron ambos con la Sinfónica de RTVE, dirigida por Francesc Llongueres, el nieto de don Joan, que fuera una de las figuras históricas de la música y la pedagogía catalanas. Es curioso que nunca, antes de ahora, el joven Llongueres haya dirigido en Madrid, particularidad que podría extenderse a otros.

Juventudes Musicales Españolas

Orquesta de RTVE. Director: F. Llongueres. Solistas: D. Ligorio, piano, y V. Morelló, flauta. Obras de Beethoven, Nielsen y Chaikovski.Auditorio Nacional de Madrid 20 de septiembre.

El concierto de JME alcanzaba por la presencia de este director una nueva e importante cuota de interés. Demostró firmeza y recto criterio Llongueres al colaborar con los solistas en dos obras difíciles, como son el Concierto emperador, de Beethoven, y el de flauta, de Carl Nielsen (Dinamarca, 1865-1931), escrito en 1926 y estrenado ese mismo año en París.

Es obra atractiva, original, lírica y relativamente inconformista para su tiempo, y en ella el solista ha de vencer un cúmulo de dificultades virtuosistas que en todo momento sirven a la idea musical. Vicent Morelló logré una versión excelente: ágil, comunicativa, bella de sonido y espectacular en ' el dominio de lo técnico. Estamos ante un flautista de talla.

No menos digno de elogio resultó el Concierto en mi bemol, de Beethoven, protagonizado por Daniel Ligorio, un pianista nato y un artista que une al instinto, la reflexión. Su fraseo, su expresividad incisiva y a la vez mesurada, su riqueza de ataques con la que consigue una continuidad sonora, transparente y coloreada, merecieron grandes ovaciones. Conviene anotar el nombre de Ligorio y seguir la evolución, de su carrera.

Tras la buena labor de Llongueres en los dos conciertos, nos dio una fulgurante versión de Francesca de Rímini, de Chaikovski, en la que los sinfónicos de RTVE acreditaron su conocida prontitud de respuesta junto al calor de su entrega. El director jugó bien con los contrastes: gran carga de pasión frente a remansos de una tensa cantabilidad.

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