La Guardia Civil detiene y lleva al juzgado a una mujer que había abortado legalmente en Granada

Una mujer de Escóznar (Granada) que abortó el pasado mes de julio acogiéndose al tercero de los supuestos que recoge la ley-daños psíquicos graves en la madre- fue detenida en su domicilio por la Guardia Civil y trasladada al juzgado de Loja junto con su marido bajo la sospecha de haber cometido una infracción penal. El exceso de celo de un médico y el juicio errado de los agentes comisionados por el juez de Loja -que creyeron que la mujer había abortado "ilegalmente"- fueron las causas que determinaron tan insólito hecho. Tras prestar declaración fue puesta en libertad sin cargos. El Institut...

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Una mujer de Escóznar (Granada) que abortó el pasado mes de julio acogiéndose al tercero de los supuestos que recoge la ley-daños psíquicos graves en la madre- fue detenida en su domicilio por la Guardia Civil y trasladada al juzgado de Loja junto con su marido bajo la sospecha de haber cometido una infracción penal. El exceso de celo de un médico y el juicio errado de los agentes comisionados por el juez de Loja -que creyeron que la mujer había abortado "ilegalmente"- fueron las causas que determinaron tan insólito hecho. Tras prestar declaración fue puesta en libertad sin cargos. El Instituto Andaluz de la Mujer intervino ayer para aclarar el suceso y ofrecer ayuda a su involuntaria protagonista.

El único dato personal que ha trascendido es que la mujer está casada, vive en Escóznar y es madre de cuatro hijos. El pasado mes de julio decidió interrumpir su quinto embarazo ante el riesgo de sufrir desarreglos psíquicos. Para ello se puso en contacto con una de las tres clínicas autorizadas para realizar abortos en Granada y los médicos autorizaron interrumpir la gestación.

A finales de agosto la mujer fue a su médico de la Seguridad Social pues estaba perdiendo sangre. El médico, que realizaba la sustitución del titular, observó las secuelas del aborto y decidió rellenar un parte de lesiones que acabó en el juzgado de Loja.

El magistrado, ante la eventualidad de que se tratara de un aborto clandestino, envió a la Guardia Civil al domicilio de la mujer. Los agentes la interrogaron y cuando admitió que había abortado juzgaron que había incurrido en una ilegalidad y decidieron su inmediato traslado al juzgado de Loja. El marido acompañó a su esposa, no se sabe bien si voluntariamente o bajo la sospecha de inducción al delito. El magistrado, tras tomar declaración, ordenó la libertad sin cargos de la mujer, que ayer se encontraba en su casa junto a sus.cuatro hijos.

María Escuredo, del Instituto Andaluz de la Mujer en Granada, logró reconstruir ayer lo ocurrido tras ponerse en contacto con la Comandancia de la Guardia Civil.

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