OPERACIÓN GOLPE EN EL DESIERTO

Nervios, sirenas y disparos antiaéreos en Bagdad

Bagdad regresó ayer de golpe a la peor época. de la guerra del Golfo. Poco después de las 19.15 (21.15 en Irak) sonaron las sirenas del centro de la ciudad. La alarma sorprendió en la calle a numerosos automovilistas que regresaban a sus casas. Instantes después, las posiciones antiaéreas situadas en los tejados de los edificios más altos (ministerios y hoteles) comenzaron a disparar al cielo en busca de misiles norteamericanos.

Era la respuesta prometida por Sadam Husein en el día anterior: "Devolved el golpe con capacidad y eficacia". Trazadoras rojas y blancas iluminaron el cielo de ...

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Bagdad regresó ayer de golpe a la peor época. de la guerra del Golfo. Poco después de las 19.15 (21.15 en Irak) sonaron las sirenas del centro de la ciudad. La alarma sorprendió en la calle a numerosos automovilistas que regresaban a sus casas. Instantes después, las posiciones antiaéreas situadas en los tejados de los edificios más altos (ministerios y hoteles) comenzaron a disparar al cielo en busca de misiles norteamericanos.

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Era la respuesta prometida por Sadam Husein en el día anterior: "Devolved el golpe con capacidad y eficacia". Trazadoras rojas y blancas iluminaron el cielo de Bagdad. Varios testigos citados por. Reuter aseguran haber oído explosiones en el sur. El propio portavoz del Pentágono se encargó de desmentir el supuesto ataque: "No hemos sido nosotros".Poco tiempo después, el alto mando militar iraquí volvió a insistir a través de un comunicado leído en televisión en que EE UU había disparado a las 20.45 hora local (una más en España) sus "decadentes misiles" contra bases militares y sectores civiles de Bagdad. La declaración oficial añadía que había habido muertos, sin especificar su número, y que la defensa antiarea iraquí había derribado varios cohetes. Al Pentágono le faltó tiempo para volver a desmentir esta información. "No ha habido ataque", se limitó a decir su portavoz, el coronel Doug Kennett.

La última vez que Estados Unidos bombardeó Bagdad fue el 17 de enero de 1993, en vísperas de que George Bush le traspasara la presidencia a Bill Clinton. Entonces el objetivo fue. una supuesta planta de fabricación de elementos nucleares situada en Zafaraniyán, al sur de Bagdad.

Los iraquíes descubrieron ayer el coste de la nueva aventura de su líder. El precio del azúcar pasó de 600 dinares el kilo a 1.300. El dólar, moneda muy apreciada en Irak, se cambiaba anoche en el mercado negro a 1.750, frente a los 1.500 de la mañana. Al principio del año se vendía a 450 dinares. La mayoría de los precios básicos se han duplicado en 24 horas. En las calles se celebraron algunas manifestaciones contra EE UU. Unos 2,000 iraquíes armados con sus Kalás1inikov dispararon al aire y pronunciaron proclamas a favor de Sadam.

Ayer a las diez de la mañana (hora peninsular) entró en vigor la nueva zona de exclusión, al sur del Paralelo 33, que colinda casi con el sur de la capital iraquí. Inmediatamente después de la entrada en vigor de la zona de exclusión extendida, impuesta unilateralmente por Estados Unidos, un avión norteamericano F-16 disparó y destruyó una posición de misiles antiaéros iraquí. El Pentágono confirmó el ataque, aunque no reveló si la posición se hallaba al sur de los paralelos 33 y 32.

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Es la primera vez desde que se inició la Operación Golpe en el Desierto -cuyo centro de mando se ha instalado en Turquía- que un avión entra en combate. Hasta ahora, los disparos de misiles Tomahawk y cruceros (27 en la madrugada del martes y otros 17 en la madrugada del miércoles con el objetivo de completar la primera misión) se habían efectuado desde barcos y submarinos situados en el golfo Pérsico o aviones B-52 de la base de Guam en el Pacífico. En ambos casos, el disparo se efectúa a una distancia de centenares de kilómetros del objetivo, sin riesgo alguno para los pilotos.

Pese a las promesas de Sadam Husein, quien el martes pronunció en Bagdad un belicoso discurso en el que decía no reconocer más "Ias malditas líneas imaginarías" de las zonas de exclusión e instaba a sus hombres a derribar los aviones enemigos, ayer no movió sus peones. Tan sólo dos aviones Mig iraquíes realizaron un amago de enfrentamiento con los aviones aliados, pero se retiraron de inmediato. También se confirmó ayer que la Fuerza Aérea iraquí ha sacado unos 30 aparatos del Paralelo 33 para evitar así su destrucción.

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